La falsa Navidad de Maduro
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En medio de la profunda crisis, mientras crece el repudio internacional por el fraude electoral del pasado 28 de julio y el pedido de detención contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, comenzó ya en la República Bolivariana de Venezuela la Navidad adelantada a gusto del dictador Nicolás Maduro.
En un acto partidario, el mandatario venezolano había manifestado: “Este año, en homenaje a ustedes, en agradecimiento a ustedes, voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1° de octubre. Arranca la Navidad el 1° de octubre para todos y todas. Llegó la Navidad con paz, felicidad y seguridad”.
El autócrata caribeño ya había anticipado las celebraciones navideñas cinco años atrás, cuando los venezolanos se encontraban en medio de otra grave crisis, en ese caso humanitaria por la pandemia del coronavirus, y con un régimen acorralado por múltiples denuncias por crímenes.
No sólo declaró oficialmente la celebración con varios actos, también llenó las calles y algunos edificios de instituciones públicas con adornos, árboles y motivos navideños como si estuviera ya bien entrado diciembre. La Conferencia Episcopal de Venezuela remarcó que “el modo y el tiempo de su celebración compete a la autoridad eclesiástica” y que “no debe ser utilizada con fines propagandísticos ni políticos particulares”.
La maniobra de Maduro es un clásico caso de manipulación simbólica para desviar la atención de los problemas reales. Al adelantar las festividades navideñas, intenta desviar el foco de la crisis económica y política que sufre el país intentando instaurar un ambiente festivo. El Palacio de Miraflores parece desesperado por distraer a una sociedad asqueada del bochornoso mega fraude y la escandalosa mega corrupción.
La crisis económica, la pobreza extrema y la inflación siguen siendo las realidades que golpean a la mayoría de los venezolanos. La caprichosa decisión de adelantar los festejos de la Navidad no será suficiente para disipar las sombras de una crisis que, tarde o temprano, exigirá respuestas reales.
Tampoco para ocultar la grave crisis política que atraviesa el país que ocasionó, de acuerdo a la ONG Foro Penal, 1767 arrestos desde el día siguiente de los comicios, cuando se dieron las primeras protestas de la oposición contra los resultados que anunció el gobierno. Según datos parciales tomados hacia fines del mes último, los presos políticos totalizan 1905, una cifra que sextuplica los 301 que había antes del 28 de julio.
La Navidad anticipada con la que Maduro busca poner un grueso telón que tape las miserias que sufre el pueblo venezolano es un nuevo engaño. Una burla más para todos aquellos hartos de las mentiras y las violaciones a los derechos humanos que quieren vivir en libertad y con dignidad.