Jóvenes inversores
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Una reciente resolución de la Comisión Nacional de Valores (CNV) habilitó a jóvenes a partir de los 13 años a invertir en el mercado de capitales con autorización de los padres. La norma señala que “resulta fundamental impulsar el desarrollo de nuevas iniciativas orientadas a promover diferentes herramientas e instrumentos que faciliten el acceso de los jóvenes al sistema financiero; así como también, fomentar el ahorro e impulsar la educación financiera desde edades tempranas”.
Los jóvenes de entre 13 y 17 años ya podían abrir sin cargo una caja de ahorro en pesos, contar con una tarjeta de débito y realizar pagos o extracciones en cajeros automáticos. También, invertir en fondos comunes de inversión, plazos fijos y billeteras virtuales. Contarán, además, con la posibilidad de abrir subcuentas comitentes acompañados por un representante legal. Podrán así constituir plazos fijos, participar en fondos comunes de inversión, comprar y vender acciones, Cedears, obligaciones negociables, hacer cauciones y operar con billeteras virtuales.
Frente a esta situación, además de otorgar su autorización, los padres deben acompañarlos, monitoreando y supervisando la operatoria. Muchas veces la tendencia a asumir riesgos puede exacerbarse en los más jóvenes. Los padres se verán obligados a capacitarse para desempeñar su rol; para muchos será un aprendizaje compartido.
Es clave para el éxito de la iniciativa impulsada por la CNV que los jóvenes reciban educación financiera. A partir de marzo 2025, todos los colegios públicos y privados de la ciudad de Buenos Aires incluirán programas de este tipo para dotar a los alumnos de las herramientas que les permitan tomar decisiones informadas así como para evitar caer en estafas o fraudes, un peligro omnipresente en entornos digitales. Así lo anunció Jorge Macri el pasado 7 de octubre, Día de la Educación Financiera.
La activa ONG Junior Achievement Argentina ha sido pionera en esta materia. Desde 1991, prepara a jóvenes para el mundo del trabajo, inspirándolos a convertirse en protagonistas de su futuro y emprendedores de sus propias vidas. Más de un millón de jóvenes pasaron por programas como Manejá tu plata, Cuentas contigo, Economía personal, Finanzas personales o Planificá tu futuro.
Sin pretender menoscabar el indiscutible valor de educar en finanzas a los jóvenes, la resolución de la CNV enciende polémicas. Por ley, un menor de edad no puede trabajar, por lo tanto, el dinero por invertir será siempre de un adulto, lo cual presupone una fiscalización acorde para evitar operaciones de blanqueo. Promover el ahorro y la inversión a edades tempranas no debe ser sinónimo de alentar actividades de corte especulativo entre quienes convendría que, en lugar de saborear el dinero fácil, se incorporaran productivamente al mundo del trabajo cuando les llegue la oportunidad. No faltarán quienes en su inocencia o inexperiencia también se dejen encandilar con espejitos de colores, de esos que abundan en internet, a la hora de invertir. Los jóvenes son particularmente vulnerables. La ausencia del imprescindible control parental, una responsabilidad que ningún mayor debería pasar por alto, puede sumar indeseadas consecuencias.
Muchos expertos asimilan invertir en la Bolsa con timbear, habida cuenta del riesgo de operar en mercados volátiles. Cuando hoy asistimos a tan preocupantes como crecientes índices de ludopatía por juego online entre los menores de edad, convendrá encender las alarmas para que, más allá de apoyar su temprana formación financiera, evitemos empujar a muchos de ellos por caminos equivocados. Una vez más, los buenos ejemplos y el acompañamiento parental serán la clave.