Irán, represión y muerte
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La República Islámica de Irán es uno de los países que practican más ejecuciones per cápita en el mundo. Según señalaron desde Iran Human Rights (IHR) y Juntos Contra la Pena de Muerte (ECPM), Irán ejecutó a un total de 834 personas el año pasado. Fue la segunda vez en dos décadas que se concretaron más de 800 ejecuciones en un año, tras las 972 realizadas en 2015.
El siniestro método más utilizado es el ahorcamiento, con un aumento del 43% respecto al año anterior. La mayoría de ellos se realizan en el interior de cárceles, pero el informe de IHR y ECPM señala que los ahorcamientos en sitios públicos se triplicaron en 2023 desde el año anterior, con siete ejecuciones. Según el reporte, al menos 22 mujeres fueron ejecutadas, el número más alto en la última década.
El objetivo de la intensificación de las ejecuciones arbitrarias en Irán es extender el miedo en la sociedad, para impedir las protestas y prolongar la permanencia del actual régimen. Los juicios y las ejecuciones son piezas clave de la maquinaria de represión que sirven para demostrar poder y control, además de publicitar la narrativa del gobierno sobre los manifestantes.
En cárceles, plazas públicas o en secreto, la pena de muerte en Irán representa el lado más oscuro de la agenda del presidente iraní, Ebrahim Raisi, el arma de represión más eficaz para acallar a un pueblo en constante ebullición contra el régimen. Con represiones masivas, elecciones sin libertad, corrupción y mala gestión, la autocracia iraní gobierna con lo que le queda: la fuerza bruta.
La presión internacional y las denuncias de las organizaciones de derechos humanos no parecen conmover al régimen. Y, sin embargo, el pueblo resiste. Las nuevas generaciones, anhelantes de derechos y libertades democráticas han decidido hacerle frente con su propia vida.
Estamos ante una tiranía capaz de todo con el único fin de conservar el poder. El mundo democrático debe continuar trabajando para aislar a la despiadada teocracia iraní, erigida por sus propios méritos en un paria del orden global y en uno de los principales promotores del violento terrorismo internacional.