Insólito renunciamiento
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La candidata a diputada nacional por La Libertad Avanza Lilia Lemoine anunció que su primer proyecto será una ley que permita a los varones que engendran un hijo la posibilidad de renunciar a la paternidad. A los 15 días de enteradas de su gravidez, serán notificados por la mujer, pudiendo optar por asumir o no la paternidad del hijo por nacer, con todos los derechos y las obligaciones que emanan de su condición de padre.
En nuestras costumbres y legislación, la responsabilidad parental, antes llamada patria potestad, constituye un deber y un derecho que les corresponde a los padres sobre sus hijos, al que no puede renunciarse.
Lemoine sostiene que los varones pueden ser engañados por sus ocasionales compañeras, quienes los seducen asegurándoles sexo sin posibilidad de embarazo para lograr así, embarazo mediante, comprometerlos en un vínculo que incluya la asistencia del niño. No está claro si se propone la renuncia a la paternidad o solo a los deberes y derechos emanados de ella.
En un caso, el padre seguirá siendo padre y, en el futuro, su hijo eventualmente podrá heredarlo. En el otro, se liberará de los deberes de la responsabilidad parental, que hoy la ley le impone en beneficio del hijo: manutención, educación, esparcimiento, vestimenta y gastos de enfermedad, entre otros. Muchos son los artículos del Código Civil y Comercial que habría que derogar para que prospere esta absurda propuesta.
Es virtualmente imposible saber si, en caso de embarazo, el varón fue o no engañado por la mujer, esto es, si consintió la relación a pesar de saber que existía la posibilidad de embarazo. El derecho de familia, aunque hoy amenazado, tiene una fuerte impronta de orden público, precisamente para asegurar a los beneficiarios sus derechos con independencia de la voluntad de los progenitores.
El proyecto de Lemoine va en contra de los esfuerzos que se hacen para lograr que padres incumplidores cumplan con sus deberes. Los libera anticipadamente por la sola voluntad del progenitor. Pero, por sobre todo, desprotege al niño por nacer.
Resultan tan absurdos como dañinos estos intentos de ganar notoriedad a cualquier precio, inventando supuestos derechos claramente inexistentes y carentes de sustento.