Insólita advertencia de Diosdado Cabello
El hombre fuerte de la dictadura que encabeza Nicolás Maduro, Diosdado Cabello, acaba de proferir una tan insólita como inapropiada advertencia al candidato a la presidencia de la Nación por el Frente de Todos, Alberto Fernández. Este cuestionado militar, presidente de la Asamblea Nacional, ha sido sancionado no solo por el Consejo Federal de Suiza por estar involucrado en el socavamiento de la democracia y Estado de Derecho en Venezuela, sino también por la Unión Europea, Canadá y Estados Unidos, que lo acusa de corrupción, narcotráfico y lavado de activos.
Respecto del resultado de las PASO en nuestro país, el jerarca del régimen chavista dijo: "Dios querido, que no me equivoque, que a quien están eligiendo [Alberto Fernández] no vaya a creer que lo están eligiendo porque es él".
En claro tono de advertencia, no dudó en sostener que lo sucedido en las elecciones había sido un claro y contundente mensaje: "Un pueblo diciendo no al neoliberalismo".
Tras alabar la figura de Néstor Kirchner por haber sido un fiel intérprete del ideario revolucionario de la República Bolivariana, Cabello opinó: "Aquí podemos contra el imperio si nos mantenemos unidos. De la Patagonia al río Grande".
Esas advertencias llegan después de que Alberto Fernández calificara al régimen venezolano de gobierno autoritario muy difícil de defender y de que dijera que su principal preocupación se centraba en el informe de la alta comisionada para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, en el que se documentan torturas y ejecuciones extrajudiciales.
A pesar de que el candidato por el Frente de Todos haya manifestado: "Yo tampoco soy Venezuela, nunca lo fui", no ha considerado al régimen de Maduro como una dictadura ni tampoco condenado las carencias que sufre el pueblo venezolano en materia de derechos individuales, como la libertad de expresión o de libre elección de autoridades de manera democrática. Tampoco sobre las cuestiones sanitarias y alimentarias, desempleo y pobreza, que ocasionaron un éxodo masivo de venezolanos.
Seguramente el silencio sobre esta desesperante situación se deba a que su compañera de fórmula, Cristina Kirchner, ha sido y es una fiel devota, defensora y auspiciante del régimen que se inició con Hugo Chávez. ¿Podrá Alberto Fernández, en caso de llegar a la presidencia, mantener la firme condena que actualmente sostiene la Argentina en el Grupo Lima o tendrá que conformarse con tibias declaraciones para no poner en riesgo a su frente político?
Un país que se precie de democrático no puede más que condenar enérgicamente lo que sucede en Venezuela, debiendo condicionar cualquier relación con el régimen chavista al restablecimiento pleno de las libertades individuales, del Estado de Derecho y de todos aquellos derechos que han sido cercenados o limitados al pueblo venezolano.