Insaurralde: deje de tomarnos el pelo
La multiplicación de las tretas argumentativas del exfuncionario bonaerense denota su preocupación por el avance de la Justicia sobre su oscuro proceder
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Mientras el bautizado Yategate navega ahora por los Tribunales, sus tripulantes se esfuerzan por justificar tanto glamour de las más increíbles formas. No dudan en apelar a los recursos más creativos, por no decir disparatados, para explicar el origen de los millonarios fondos involucrados que le valieron a Martín Insaurralde una acusación por presunto enriquecimiento ilícito, con la fundación Poder Ciudadano como querellante.
El imputado exjefe de Gabinete del gobierno de Axel Kicillof y exintendente de Lomas de Zamora debe demostrar de dónde salió el dinero para tanto despilfarro. El período observado va de 2010 a 2023, aunque las maniobras delictivas arrancaron, según los fiscales, en 2006, a tres años de haber ingresado a la política. En su descargo frente el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, ante un pedido de indagatoria del fiscal Sergio Mola, argumentó que no se puede excluir de la integración de su patrimonio la sociedad conyugal conformada en 2014 con una persona que ha tenido y tiene su propio ingreso, Jesica Cirio, y que hasta el divorcio no puede dejar de ser considerado. En relación con 2015, por ejemplo, Insaurralde explica: “Los gastos de la sociedad conyugal se solventaron con los ingresos de la sociedad conyugal y no solo con los míos”. A todo esto, hace poco más de un año, Cirio intentaba despegarse al decir: “Yo no estaba al tanto de su economía… Estos gastos los vi con ustedes”, en referencia a los periodistas que la consultaban sobre el tema.
Acusa a Mola de utilizar un tono imputativo al desconocer los ingresos de su exesposa, calificándolos de “manifiestamente omitidos”. Tomando como referencia sus declaraciones juradas presentadas ante la AFIP, asevera: “La evolución real de mi patrimonio en los años comprendidos en el período de sospecha señalado por el fiscal guarda debida relación con los legítimos ingresos registrados en dicho intervalo temporal”, y agrega que las razones que expone reflejan que no ha existido un incremento de sus bienes; el sospechoso entramado todavía lo mantiene a flote. Por fuera de su actuación pública, se mencionan también ingresos por asesoramiento a las empresas Coordinar Salud y Organización Cinco. No hay que olvidar tampoco sus seguramente lucrativas influencias, tanto dentro del Instituto del Juego de la Provincia de Buenos Aires como en la obra pública lomense, aunque de ellas tampoco haya registro.
El descargo presentado ha quedado a estudio de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), la fiscalía especializada en lavado a cargo de Diego Velasco. Se examinan75 viajes realizados al exterior, compra de propiedades y autos que no están a su nombre que involucrarían a testaferros, entre otras operaciones sospechosas. Mola detalla que solo en 2022 y 2023 Insaurralde gastó unos 98.000 dólares en vuelos privados y de línea, “cifra inafrontable” para cualquier honesto funcionario público de sueldo discreto.
La Unidad de Información Financiera (UIF) había sostenido en un extenso informe meses atrás que, desde 2006 a la fecha, Insaurralde habría manejado plata negra a través de un entramado familiar de ocultación por más de 1,1 millones de dólares. Bajo su lupa, las evidencias de inconsistencias y desfasajes patrimoniales se tornan “indicios serios y concordantes” de dinero de presunto origen ilícito. A partir de las declaraciones juradas de Cirio ante la AFIP, la UIF detectó numerosas inconsistencias y sostuvo que “los ingresos anuales derivados del ejercicio de las funciones señaladas no logran justificar la adquisición del inmueble ni las obras ni los viajes”. Sin embargo, el exfuncionario afirmó que Cirio pagaba también los gastos y las refacciones de la casa de San Vicente, no declarada, adjuntando para ellos facturas a su nombre. “Una vez que se integre la realidad económica existente entre 2014 y 2023, los desfasajes que supuestamente se evidenciaron entre ingresos y gastos de ese período desaparecen”, pretendió explicar Insaurralde, dando a entender que sus gastos y viajes fueron solventados por su exesposa, quien sentenció: “Hay cosas que las tienen que explicar él y sus personas jurídicas”. Tal vez, incluso se haya sorprendido al enterarse de que su exesposo presentó un recibo como supuesta prueba de que en 2023 ella le había entregado 250.000 dólares y 2 millones de pesos, algo que ofende la inteligencia de los ciudadanos, hartos de tantas millonarias mentiras. Ya están grandes para montar el juego del Gran Bonete ante una incrédula platea que solo espera que la Justicia haga su parte castigando tanta burla.
El monto del dinero injustificado detectado por los fiscales sería de 10 millones de pesos entre 2009 y 2023, solo la punta de un enorme iceberg con un responsable y muchos prestanombres. Sin jueces probos y sin ficha limpia, la impunidad podría reponer a este personaje en algún nuevo cargo; historias que se repiten.
Se han pedido las indagatorias de su otra exesposa Carolina Álvarez, de sus hijos Martín y Rodrigo, su sobrino Gastón Barrachina y Víctor Donadío, considerando a estos últimos presuntos testaferros. Mientras el exjefe de Gabinete bonaerense sigue argumentando que se lo acusa arbitrariamente de inconsistencias patrimoniales, cada vez la Justicia está más cerca de poder demostrar que solo ha puesto en circulación fondos ligados al ejercicio de distintas funciones públicas ocultando ser su dueño. Las fundadas sospechas de que esos bienes y dineros son evidencia del lavado de dinero producto de la corrupción se acrecientan cuando lo vemos cínicamente lanzado a recurrir a tan disparatados como absurdos argumentos como que su exesposa lo mantenía. Demasiadas inconsistencias dentro de la billetera negra del galán.
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