Hola, Hong Kong
- 3 minutos de lectura'
La industria del turismo fue una de las más afectadas por la pandemia, pero es también una de las que pueden reactivarse con mayor rapidez si se toman las decisiones correctas.
El gobierno de Hong Kong anunció el lanzamiento de la campaña “Hola, Hong Kong”. La ceremonia de presentación, en el principal centro de convenciones y con presencia de variados funcionarios, incluyó bailarines y luces de neón.
Las autoridades de la antigua colonia británica destinaron el equivalente a unos 254 millones de dólares estadounidenses a impulsar el turismo, los negocios y las inversiones a partir del 1° de marzo y por seis meses. Esa cifra incluye el sorteo de medio millón de billetes de avión para visitantes y residentes de la ciudad, cuya instrumentación seguramente quede a cargo de las aerolíneas. Se proponen captar la organización de más de 200 actos empresariales, turísticos y culturales. La curiosa iniciativa contempla también la distribución de cupones para que los turistas gasten en lugares de esparcimiento e interés.
Por su parte, el régimen chino anunció la eliminación de las restricciones de viajes hacia las regiones administrativas de Hong Kong y Macao vigentes por la pandemia. Ya no será necesaria la presentación de una prueba negativa de coronavirus si no se ha estado en el extranjero la semana anterior.
“Hong Kong está conectada a China continental y a escala internacional, y no habrá ni aislamientos ni cuarentenas ni restricciones a la hora de disfrutar del bullicio de la ciudad”, sostuvo John Lee, jefe del Ejecutivo hongkonés, durante la presentación. El esfuerzo por reactivar la reputación de la urbe china como centro financiero y de negocios apunta a superar los años de represión política y restricciones sanitarias por la pandemia, que condujeron a una recesión, con el cierre de más de un centenar de compañías internacionales y el éxodo de un 2,5% de su población. Habrá que ver si el tiempo confirma el éxito de las medidas tomadas.
Mientras tanto, en la Argentina cada contribuyente, sin siquiera moverse de su casa, aporta al pago de un piso de un millón de dólares diarios para sostener a la deficitaria y sobredimensionada Aerolíneas o, más bien, Aerorruinas Argentinas. Las remesas de un Tesoro nacional cada vez más flaco se ordenan en función de bien pensados programas o campañas que contribuyan, por ejemplo, a fomentar genuinamente el turismo, no a subvencionarlo como con Previaje. Bajo las órdenes de La Cámpora, se dirigen a cubrir las multimillonarias pérdidas de Aerolíneas, a fin de sostener a sus más de 11.000 empleados y a su enorme cantidad de personal jerarquizado. En lugar de atraer visitantes e inversiones, solo en el mercado aerocomercial asistimos a la partida de casi una veintena de compañías aéreas ahogadas por la desleal competencia que les impuso la línea de bandera. Continuamos dilapidando los recursos, incluso a futuro. Todo lo demás es cuento chino.