Hezbollah y Hamas, organizaciones terroristas
Al sumar a Hamas a la nómina de entidades criminales fundamentalistas, el Gobierno ha dado un paso en la dirección correcta
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El terrorismo practicado por grupos políticos o fracciones religiosas fundamentalistas se ha constituido en una de las más grandes amenazas contra la humanidad, porque causa graves daños a las personas, de las cuales la mayoría pierde la vida, y siembra dudas en los ciudadanos sobre la capacidad del Estado para garantizar su seguridad.
Como parte del compromiso asumido por la Argentina en la lucha contra el terrorismo y su financiamiento se creó durante el gobierno de Mauricio Macri el Registro Público de Personas y Entidades Vinculadas a Actos de Terrorismo y su Financiamiento (Repet). Se trata de un registro de acceso público que funciona en el ámbito del Ministerio de Justicia.
En 2019, Hezbollah ingresó en esa nómina como organización terrorista. También así la consideran el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Unión Europea, los Estados Unidos, Australia, Canadá, el Reino Unido, Israel y Baréin, entre otros.
Recientemente, el gobierno nacional incluyó en el Repet a la organización terrorista Hamas bajo el nombre de Movimiento de Resistencia Islámico. La medida se concretó unos días antes de cumplirse 30 años del atentado contra la sede de la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994, que dejó 85 muertos y cientos de heridos.
Hezbollah es un movimiento islamista respaldado por Irán que cuenta con una de las fuerzas paramilitares más poderosas de Medio Oriente. Tiene su base principal en la frontera entre Israel y el Líbano y se convirtió en el grupo chiita más influyente en la guerra civil libanesa. Su objetivo principal es la destrucción de Israel.
La Cámara Federal de Casación Penal afirmó que los atentados perpetrados en Buenos Aires contra la embajada de Israel, el 17 de marzo de 1992, y contra la mutual israelita fueron planificados desde Irán y ejecutados por Hezbollah, organización a la que definieron como un virtual brazo armado para acciones terroristas.
En un informe sobre actividades vinculadas al terrorismo internacional se determinó la actividad de Hezbollah en el área de la Triple Frontera entre la Argentina, Brasil y Paraguay, con centro neural en Ciudad del Este; también en la triple frontera andina conformada por Chile, Perú y Bolivia, y en la triple frontera marítima compuesta por los puntos de Colón (Panamá), Maicao (Colombia) y Punto Fijo (Venezuela).
Hamas, que recibe financiamiento de Irán, está embarcado en una guerra contra el Estado de Israel desde que militantes de esa agrupación atacaron a centenares de jóvenes que participaban en una fiesta en el sur de ese país y también ciudades y pueblos de la zona el 7 de octubre último. En la brutal incursión del grupo fundamentalista murieron 1200 personas, y tomaron a 250 de como rehenes. Siguen hoy secuestrados tras ese ataque ocho argentinos, entre ellos, un bebé.
La confirmación sobre la presencia en la región de bandas criminales y organizaciones terroristas internacionales obliga a la Argentina, que ya cuenta en su historia reciente con dos brutales ataques terroristas, a reformular sus políticas y estrategias para combatirlas.
Entre otras medidas, será indispensable fortalecer los servicios de inteligencia, creando un cuerpo especializado que detecte y anticipe este tipo de amenazas, establecer una coordinación efectiva de los distintos estamentos estatales y privados con incumbencia en la materia, activar la colaboración entre países y agencias intercambiando información sensible, invertir en tecnología de punta y dotar a las fuerzas de seguridad de capacitación y equipamiento.
Enfrentar el terrorismo y sus manifestaciones constituye un compromiso ético y político para todos los países, ya que se trata de decisiones criminales cometidas por autores que teniendo reales o aparentes motivaciones políticas y/o religiosas, apelan al delito. Es la confesión de que son incapaces de persuadir a otros con las ideas que pregonan. A cambio, escogen el terror y la muerte. El mundo civilizado debe organizarse para poner debido coto a su homicida accionar.