Harris-Trump, recta final
Diario El País/España
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MADRID.- Las elecciones presidenciales de Estados Unidos ya han empezado. En la gran mayoría de los Estados están en marcha fórmulas de voto anticipado en persona o por correo, aunque la fecha oficial de los comicios sea el 5 de noviembre. Mientras los ciudadanos votan, los candidatos intensifican la campaña. El contraste entre ambos es evidente. Mientras Kamala Harris trata de apelar a los moderados, Donald Trump intenta movilizar a sus fieles con un mensaje extremista. Trump ya dijo el año pasado que si ganaba quería ser “dictador” el primer día, que los inmigrantes son “alimañas” que “envenenan la sangre” de los estadounidenses. Con ese listón, es difícil sostener que ha endurecido su mensaje, pero a pocas semanas de las elecciones parece obsesionado con lo que denomina “el enemigo interno”, dejando claro que se refiere a sus rivales políticos. Habla de utilizar a los militares contra ellos, sigue lanzando teorías conspirativas sobre un fraude masivo y se niega a proclamar que aceptará el resultado electoral. Harris trata de aprovechar esa dialéctica para atraer a los republicanos que han dado la espalda al magnate. Los anuncios de su campaña muestran a antiguos altos cargos de Trump que han declarado que es un peligro para EE UU. Invitó a algunos disidentes a la convención de Chicago y viajó al lugar de fundación del Partido Republicano en Wisconsin para dar un mitin junto a la excongresista Liz Cheney. La insistencia de Trump en sus mensajes extremistas ha animado a la demócrata a convertir la amenaza que su rival representa para la democracia en uno de los ejes de su campaña, como en su día hizo Joe Biden.
La vicepresidenta intenta presentarse a la vez como candidata de la continuidad y del cambio, un equilibrio difícil. Este miércoles, en una hostil entrevista en la cadena conservadora Fox News, se desmarcó de su predecesor: “Mi presidencia no será una continuación de la de Joe Biden”. La candidata se sometió a un duro interrogatorio en el que el presentador apuntó a las dianas favoritas del trumpismo, desde la inmigración irregular hasta las personas trans. Harris se zafó y colocó algunos mensajes que los televidentes del canal no están acostumbrados a escuchar, aunque es difícil que les convenzan. Trump se abrió paso a la Casa Blanca a lomos de la xenofobia y ha doblado la apuesta. Junto a la inmigración, la economía es otro de los ejes de su campaña. Ha prometido aranceles y rebajas de impuestos, pero en realidad se beneficia de la frustración de los ciudadanos ante las fuertes subidas de precios. Aunque la economía está en un momento dulce, con la inflación contenida y el paro cerca de mínimos, los votantes aún sufren en sus bolsillos los altos precios. A dos semanas y media de las elecciones, el resultado está en el aire, y los dos candidatos batallan en un puñado de Estados clave que decantarán la balanza.