Fiestas de la cultura
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Con una tan intensa como diversa actividad cultural, Buenos Aires es una capital que no descansa. Al ya tradicional éxito de la Noche de los Museos (9 de noviembre), se sumaron las noches de los Teatros (26 de octubre), de los Bares Notables (2 de noviembre), de los Templos, de las Disquerías, de los Anticuarios, de las Peñas y de las Librerías, muchas de estas con réplicas en el interior del país.
Como desde 2007, cuando arrancó esta propuesta, el sábado último fue el turno de la Noche de las Librerías. Desde las 18, la ciudad convocó a más de 60 actividades programadas, libres y gratuitas. Una multitud volvió a adueñarse de veredas y locales para revolver libros. Con puertas abiertas, mesas de ofertas y libros en la vereda, el tradicional paisaje de la avenida de las librerías se llenó de bullicio. Con epicentro en la avenida Corrientes, en su traza desde Cerrito hasta Callao, incluida una parada para una selfie con un inflable gigante de la querida Mafalda, el circuito barrial incluyó también a Colegiales, Palermo, San Telmo, Villa Crespo y Villa Ortúzar como activos escenarios de esta movida.
En el denominado Escenario Obelisco, se dieron cita diversos autores. Un espacio familiar permitió sumar a los pequeños de la familia y un audiorama –reposeras y auriculares disponibles– acercó a los clásicos de la literatura argentina contemporánea. Con cierre musical a toda orquesta, se combinaron la música de Astor Piazzolla con la obra de Jorge Luis Borges. En el Escenario Lavalle, la música también rindió tributo a Julio Cortázar y a Charlie Parker, además de proponer un espacio para entrevistas. Los stands del gobierno porteño convocaron a lectores deseosos de sumarse como miembros de la Biblioteca Pública Digital Jorge Luis Borges, sin costo alguno.
Los circuitos que incluyeron las denominadas “estaciones” albergaron también variadas propuestas. Desde charlas sobre thrillers contemporáneos, entrevistas como la que Facundo Pastor le hizo al juez Daniel Rafecas sobre el policial negro o la de Cristina Mucci a Hugo Alconada Mon, acciones de arte gráfico, instalaciones literarias e intervenciones en vivo. Lecturas dramatizadas, ciclos de poesías, charlas, shows acústicos y música al aire libre animaron la velada.
El gobierno porteño estima que unas 90.000 personas disfrutaron de las librerías y sus programas. Ante un descenso de entre el 20 y el 30% en la venta de libros, estas propuestas que convocan a escritores, lectores y libreros, favorecen las promociones y las compras con valores que arrancaron desde los $2500. El apoyo de cámaras e instituciones fue clave. Todo aquello que fomente la lectura merece disfrutarse y celebrarse.