Fármacos, solo en farmacias
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El estudio de la farmacología es tan antiguo como el hombre. Antes de la profesionalización de la actividad, una misma persona se ocupaba en muchos casos de diagnosticar, recetar y producir artesanalmente los preparados para los enfermos. Fue a partir del 1800 que la farmacia inició una transformación y aquellos boticarios pasaron a ser farmacéuticos profesionalizados.
El artículo 1° de la ley que regula el ejercicio farmacéutico, vigente desde 1967, establece que “la preparación de recetas y despacho y venta al público de drogas, medicamentos y especialidades farmacéuticas, en todo el territorio de la Nación, solamente podrá ser efectuado en las farmacias”.
La Organización Mundial de la Salud sostiene que los de venta libre deben comercializarse en farmacias para garantizar que sean dispensados por personal capacitado. Muchas veces, un remedio de venta libre solo difiere en la dosis de presentación de uno de venta bajo receta, y es el consumidor quien decide cuánto ingerir.
En diciembre pasado, el Gobierno autorizó la venta de medicamentos de “expendio libre” fuera de las farmacias, en comercios como, por ejemplo, los kioscos. La reglamentación posterior fijó que dichas ventas estarían limitadas a antiácidos y analgésicos.
Entidades de farmacéuticos alzaron la voz para defender los puestos de trabajo, los derechos sanitarios y sindicales afectados por la desregulación. El Colegio de Farmacéuticos de Mendoza presentó un recurso de amparo e inconstitucionalidad y el Juzgado Federal N° 2 de esa ciudad suspendió los artículos de DNU, una medida cuyo cumplimiento habrá de extenderse a todo el país. Ya la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo había suspendido tres artículos del DNU respecto de que se requiere la presencia continua de un farmacéutico en el horario de atención al público y ratificó que un profesional puede estar a cargo de un solo establecimiento. En la misma dirección, la Justicia mendocina confirmó lo dispuesto y estableció que se considerará “ejercicio ilegal de la farmacia” la venta y el despacho de fármacos fuera de esos establecimientos.
Un estudio de la UADE con Voices! de 2019 reveló que los remedios de mayor consumo aquel año en el país fueron analgésicos/antiinflamatorios, consumidos por 6 de cada 10 personas, precisamente uno de aquellos cuya venta se pretendía autorizar vía DNU por fuera de las farmacias. En segundo y tercer lugar, el 43% declaró haber consumido antibióticos y el 35%, antigripales.
Proteger la salud de la población es responsabilidad de las autoridades. Liberar la venta de remedios de expendio sin receta en una sociedad tan afecta a la automedicación es elevar los riesgos. El trabajo y control de los farmacéuticos deben estar al servicio de reducirlos. Los fármacos, en las farmacias.