El liderazgo de Biden
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no cesa en su afán por diferenciarse de su predecesor, Donald Trump, quien ahuyentó a los aliados y profundizó diferencias con sus adversarios históricos. La administración Biden ha comenzado rápidamente a reinsertarse como protagonista del multilateralismo no solo por solidaridad, sino para recuperar su liderazgo.
A tales fines organizó una apretada y cuidadosa agenda de ocho días que comenzó en Cornualles, al sudoeste de Inglaterra, para seguir en la cumbre de la OTAN en Bruselas con líderes de la Unión Europea y, finalmente, en Ginebra con el presidente ruso, Vladimir Putin, en momentos en que diversos analistas califican como los peores en las últimas tres décadas de las relaciones entre EE.UU. y Rusia.
Ambos países habían optado por retirar a sus embajadores y reducir sus cuerpos diplomáticos a la mitad, además de mantener un duro intercambio: Biden calificó a Putin de “asesino” y Putin le respondió asegurando que “se necesita ser uno para reconocer a otro”.
El balance de la cumbre permite concluir que hubo logros modestos, como la decisión de reincorporar a los embajadores de ambos países a sus puestos y la creación de grupos de trabajo sobre ciberataques, quizá el mayor punto de discordia entre Washington y Moscú.
Entre los resultados de la gira por el continente europeo se encuentra la presentación y el apoyo a la iniciativa Build Back Better World (Reconstruir un Mundo Mejor), que el presidente Biden describió como un proyecto global de infraestructura que busca contrapesar el megaproyecto chino Belt and Road Initiative (Iniciativa de la Franja y la Ruta), que potencia la conectividad entre Europa y Asia, con reminiscencias de la Ruta de la Seda.
También se logró un acuerdo para donar la suma de mil millones de dosis de vacunas contra el Covid-19 a los países más pobres, que fue firmado por los líderes del Reino Unido, Francia, Italia, Alemania, Japón, Canadá y Estados Unidos.
En el plano interno, Biden se ha concentrado en rescatar a la economía estadounidense mediante el apoyo a los hogares y al comercio mientras continúa con la exitosa campaña de vacunación.
El presidente estadounidense ha rectificado el rumbo que jamás debió perderse entre naciones que comparten los mismos valores y los mismos intereses. Su mensaje más enfático es que su país apuntalará el sistema democrático mundial y actuará en contra del autoritarismo y las autocracias como guía de su política exterior.