El genocidio armenio
Tras superar algunos intentos de bloqueo, el Senado de los Estados Unidos reconoció de manera unánime -aunque tardíamente- el atroz genocidio del pueblo armenio perpetrado por los turcos, entre 1915 y 1917. Se trata de no seguir negando una triste verdad histórica.
La reacción de Turquía, como suele suceder en este delicado tema, ha sido negacionista y claramente desproporcionada, al señalar que con ese reconocimiento "se inflige un daño duradero" y se "pone en peligro el futuro de las relaciones entre ambos países". Turquía sostiene que las muertes de más de un millón de armenios en su territorio fueron producto de una serie de lamentables episodios violentos que se generaron durante la Primera Guerra Mundial.
Cabe recordar que la Cámara de Representantes del país del norte ya había reconocido la existencia del genocidio. Con la reciente resolución del Senado no parece quedar espacio alguno en los Estados Unidos para negar aquella masacre. Coincidimos con el primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, quien calificó el reconocimiento, con razón, de "victoria de la justicia y de la verdad".