El fracaso del modelo cubano
El gobierno cubano que desde el 10 de octubre de 2019 encabeza Miguel Díaz-Canel ha recordado recientemente a su pueblo dos cosas fundamentales. En primer lugar, que a la riqueza, antes de repartirla, hay que crearla y, en segundo término, que gastar por encima de lo que ingresa es, simplemente, comerse el futuro. Cabe señalar que esto último no es ni más ni menos que aquello que los argentinos venimos haciendo, de la mano del populismo, desde hace siete décadas.
Para motivar a los naturalmente desalentados cubanos, el gobierno presuntamente comunista de la isla caribeña ha prometido ahora que, con la nueva estrategia, dentro de diez años Cuba superará, en términos de nivel de vida, a los Estados Unidos. Algo que, naturalmente, muy pocos creen.
Entre otras medidas, se han puesto en marcha la eliminación del peso convertible, la unificación de las tasas de cambio, una devaluación monetaria, el incremento de precios y salarios, y la eliminación de subsidios, manteniendo algunos apoyos como el precio de la leche para los niños y los medicamentos por enfermedades crónicas.
En adelante, los esforzados 618.000 cuentapropistas cubanos serán reconocidos como lo que ya son: el motor de la economía local, que sostiene esencialmente a la actividad turística y al sector de la alimentación. Tanto es así que ya hay dos millones de hectáreas de tierra en Cuba que son explotadas por la actividad privada y por cooperativas, que abastecen a sus compatriotas, mientras procuran que los precios de su producción no se distorsionen caprichosamente, como ha venido sucediendo durante décadas de conducción autoritaria.
Cuba acaba de reconocer así oficialmente su ya comprobado fracaso socioeconómico. Una vez más, el perimido "modelo" socialista ha tenido que ser dejado de lado. El nivel de vida de los cubanos, comparado con el de los demás países de América Latina, es tan solo superior al de la también alicaída Nicaragua, que abrazó un socialismo fraudulento, aunque en beneficio exclusivo de su actual clase dominante, liderada por el matrimonio Ortega.