El caso Taddei y la violencia familiar
Desde febrero de 2010, en la Argentina ya suman 42 los casos de mujeres que fueron quemadas por sus parejas
Comenzó anteayer el juicio por la muerte de Wanda Taddei, la joven mujer que falleció a consecuencia de las quemaduras que le habría producido su pareja, el ex baterista de Callejeros Eduardo Vásquez (hecho que este último ha negado ante los miembros del tribunal que lo juzga), y del cual se estima que se conocerá el veredicto a fines de abril.
Al desarrollo del juicio no sólo asiste la familia de Taddei, que espera se haga justicia, sino toda una comunidad que ve con alarma creciente cómo a partir de este hecho, ocurrido en febrero de 2010, se han venido multiplicando las muertes de mujeres en las mismas circunstancias terribles.
Justamente ahora, que se cumplieron dos años de la muerte de Taddei, hay que lamentar la de otra joven, Maira Aldana Torchelli, de 17 años, que también murió con el 75 por ciento de su cuerpo quemado, el 21 del mes pasado, a raíz de un confuso episodio por el cual permanece detenido su novio hasta que la Justicia determine cómo sucedió el hecho.
Estos ejemplos, aunque separados en el tiempo, son el desdichado testimonio de la tremenda vigencia de este tema. Según el Observatorio de Femicidios en la Argentina Adriana Marisel Zambrano, coordinado por la asociación civil La Casa del Encuentro, con la muerte de Torchelli ya suman 42 los casos de mujeres que fueron quemadas por sus parejas desde febrero de 2010. Por supuesto, esta estadística es la que se conoce sobre casos denunciados y comprobados, lo cual no implica que no hayan ocurrido otras desgracias iguales y que no hayan sido relevadas de ninguna manera.
La violencia familiar -ejercida principalmente contra la mujer, los niños y, en mucha menor medida, contra el hombre- no es un tema nuevo, desgraciadamente. En los últimos años, distintas organizaciones de la sociedad civil y, más tarde, oficinas gubernamentales y judiciales han empezado a concederle la importancia que tiene y merece. Una sociedad no podrá nunca desarrollarse sanamente si persisten en ella amplios enclaves de violencia dirigida contra los más débiles.
Justamente por esta razón es que los argentinos debemos reaccionar como comunidad ante muertes como las de Wanda Taddei y Maira Torchelli. Los expertos en violencia de género no sólo aconsejan a las víctimas que hagan la denuncia en cuanto se presente el primer signo de violencia en la relación familiar; también, y comprendiendo lo difícil que es a veces tomar la decisión para la persona involucrada, piden a sus familiares más cercanos, amigos y aun a aquellos que de una manera u otra pueden ser testigos que hagan ellos mismos la denuncia o que busquen el asesoramiento de los expertos. Cuántas muertes podrían haberse evitado si la pequeña comunidad que rodeaba a la víctima hubiera seguido esta conducta.