EE.UU. y un debate caótico
El primer debate presidencial entre Donald Trump y Joe Biden quedó enmarcado en un combate de chicanas políticas a cuatro semanas de las elecciones. El presidente Trump se mostró decidido a recuperar terreno frente al exvicepresidente, que lo aventaja en los sondeos desde hace semanas.
Sin embargo, su agresivo desempeño carente de propuestas concretas no parece haberle sumado adeptos a Trump. A lo largo de debate, interrumpió constantemente a su contrincante, superponiendo las voces a tal punto que el moderador Chris Wallace, reconocido periodista de la cadena Fox, tuvo que recordarle reiteradamente que se había comprometido a respetar el tiempo concedido para responder las preguntas.
La conducta mostrada por ambos candidatos obliga a la Comisión de Debates Presidenciales de EE.UU. a introducir cambios en el formato con el fin de garantizar una discusión más ordenada, previendo incluso silenciar los micrófonos, en los debates agendados para el 15 y el 22 de este mes.
Las restricciones impuestas por la pandemia han vuelto atípica esta campaña presidencial, sin grandes concentraciones políticas. Por estas horas, las encuestas coinciden en que solo el 5% de quienes manifiestan que van a votar o que muy probablemente vayan a hacerlo dicen que aún no han definido por quién. De allí la importancia que adquiría el debate que terminó por decepcionar, con candidatos ocupados en ratificar sus apoyos, en vez de luchar por modificar la percepción de los votantes o ganar la adhesión de los indecisos.
Los perdedores fueron los millones de estadounidenses que vieron a Trump y a Biden tratando de convencerlos de que tienen el mejor plan para sacar a su país de la crisis actual y llevarlo a un futuro mejor. Sin embargo, el espectáculo resultó decepcionante.
La confirmación del diagnóstico positivo de Covid-19 en Trump, considerado paciente de riesgo por sus 74 años y su sobrepeso, y en su mujer, ha aumentado la inquietud en el tramo final de la campaña. Por lo pronto, obligado a mantenerse aislado por lo menos durante 14 días, la concreción del segundo debate está en duda.