Educación sin barreras
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Seis estudiantes de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo (FADU) registraron recientemente en un video sus peripecias al querer transitar por las dependencias de la Universidad con una silla de ruedas. El enorme poder de las redes sociales ha quedado evidenciado una vez más. Lo que comenzó como un trabajo práctico sobre una temática transversal a todos los usuarios de la FADU trascendió el ámbito académico.
Virginia Goldschmidt, Micaela Baigún, Micaela Dubini, Paula Diaz, Paula Ponce y Martina Repossi apelaron a las redes sociales para poner en el tapete los problemas de accesibilidad en sus instalaciones universitarias. El trabajo comenzó con encuestas que revelaron cuánto desconocimiento había al respecto entre docentes y alumnos, muy preocupante cuando precisamente hablamos de carreras que demandarían aprender a ponerse en el lugar del otro a la hora de diseñar espacios. Se detectaron algunas aulas con mesas muy bajas, otras suficientemente altas, rampas sin señalizar, algún baño para personas con discapacidad sin su debida señalización, otros clausurados o con dificultades para abrir las puertas.
El siguiente paso fue ponerse en el lugar del otro e intentar transitar con una silla de ruedas. El experimento quedó subido a las redes. Más de un millón de visitas y centenares de comentarios consiguió un tramo que documentaba cómo los alumnos dentro de un ascensor no se mosqueaban cuando una persona en silla de ruedas quería subir y solo reaccionaban cuando una docente los increpó a voz en cuello para que se bajaran.
El marco normativo vigente exige que se asegure el derecho a la educación inclusiva en todos los niveles.
Las autoridades de la facultad aclararon que cuentan con la infraestructura necesaria, que hay rampas de acceso en todos los niveles y baños especiales en todos los pisos, aunque algunos puedan desconocerlo, pero que precisamente por eso, con el presupuesto disponible, se trabaja en mejorar la señalética y ofrecer más comodidades a quienes tienen dificultades motrices.
Los edificios públicos deben garantizar plena accesibilidad para todos, algo que se dificulta cuando ya tienen unos años y no contemplan la idea del diseño universal que asegure igualdad de condiciones. Lo que se divulga seguramente desde la FADU para formación de los futuros profesionales debería ser una realidad extendida y palpable en dicho ámbito. Seguir promoviendo la creación de nuevas universidades sin dotarlas de los requerimientos mínimos, no solo de diseño sino muchas veces de elemental limpieza, confirma un pseudo progresismo que lleva años cosechando adeptos con el dinero de todos para beneficio de unos pocos.