Ecuador, a segunda vuelta
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La ciudadanía ecuatoriana deberá elegir el próximo 15 de octubre al futuro presidente de su país entre la candidata del Movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, aliada del exmandatario Rafael Correa, y el postulante del Movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), Daniel Noboa, quien se convirtió en la sorpresa de las elecciones realizadas el 20 de agosto último. La primera obtuvo el 33,3% de los votos en la primera vuelta, mientras Noboa consiguió el 23,6%.
Los ecuatorianos votaron luego de ser testigos del asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio apenas 11 días antes de las elecciones, enfrentando la peor crisis de seguridad de su historia, con más de 3500 muertes violentas en lo que va de 2023 y con postulantes que vistieron cascos y chalecos antibalas, escoltados por policías y militares.
El hijo de Álvaro Noboa, acaudalado empresario bananero que se presentó cinco veces sin éxito a disputar la presidencia de la nación, y Luisa González, quien busca convertirse en la primera mujer presidenta en la historia de Ecuador, deberán ahora pactar acuerdos para asegurarse los votos de quienes en la primera vuelta eligieron otras alternativas.
Si bien los seguidores de Correa aseguran una masa de votantes incondicional y un respaldo fuerte, la realidad es que hay un 67% de electores que no votaron por el binomio correísta. Allí anida la esperanza de Noboa de captar votos, especialmente de los jóvenes, segmento de la población que está definiendo procesos electorales en distintas latitudes.
El nuevo presidente deberá terminar el mandato de Guillermo Lasso, que concluye el 25 de mayo de 2025, por lo que no habrá tiempo de asumir proyectos de largo plazo. Tampoco será sencillo gobernar con un Parlamento muy fragmentado en el que las corrientes de izquierda y derecha, tras las elecciones, se atomizan con un 39 % de escaños para Revolución Ciudadana, un 20 % para el Movimiento Construye y un 14% para el ADN de Noboa.
Los dos rivales que quedan en juego deberán desplegar ahora sus propuestas dirigidas no solo a garantizar la seguridad, que es sin dudas una de las mayores preocupaciones de los ecuatorianos. Deberán convencer a la vez con sus programas económicos, para terminar con el desempleo, la pobreza y la falta de oportunidades que golpea a una porción importante de la sociedad.
Ecuador se encuentra sumergido en el proceso más violento de las últimas dos décadas y contabiliza demasiados fracasos. A los múltiples asesinatos se suman el auge de narcotráfico, los secuestros, las extorsiones y el estancamiento económico.
A pesar de la fortaleza del partido del expresidente Rafael Correa, prófugo de la Justicia que se radicó en Bélgica, Noboa comienza a recibir apoyos para enfrentar a González y nadie descarta que sea el triunfador en la segunda vuelta.
El interrogante pasa ahora por saber si el pueblo ecuatoriano preferirá regresar a la época del populismo impuesto por Correa, a partir del llamado de Luisa González a “recuperar la Patria”, o si apoya a Daniel Noboa, quien se presenta como un renovador a favor de cambiar la forma de hacer política.