Días de clases y calidad educativa
Ni el estricto respeto por los 180 días del ciclo lectivo ni las evaluaciones del proceso de enseñanza y aprendizaje pueden ser minimizados
Con la excepción de Chubut, que sufre un prolongado paro docente, y de otras cinco provincias donde hubo huelgas con dispar acatamiento, el ciclo lectivo 2020 se inició con relativa calma. Sin embargo, un buen número de distritos no alcanzará este año los 180 días de clases que establece la legislación vigente, aun cuando no se vean afectadas por conflictos sindicales.
El dato surge de un informe del Observatorio Argentinos por la Educación, desarrollado por el especialista Gustavo Iaies, que analiza los días de clases programados oficialmente por los ministerios provinciales, más allá de su cumplimiento efectivo.
Las cifras dan cuenta de que, desde la planificación misma, nueve provincias argentinas no garantizan el mínimo de 180 días de dictado de clases, a pesar de que una ley nacional promulgada en enero de 2004 establece un ciclo anual con esa cantidad de jornadas para el nivel de educación primario.
Es muy probable que muchas escuelas de esos distritos terminen teniendo incluso menos días de clases, ya que las cifras contemplan los feriados nacionales y el Día del Maestro, pero no las jornadas institucionales o de planificación, ni las previstas por el Programa Nacional de Formación Docente, ni el día que se destinará a la realización del Censo 2021, ni el Día del Empleado Público -que en algunos distritos implica la suspensión de las clases-, ni otras festividades locales. A esos motivos, hay que añadir otras posibles causas de pérdidas de días de clase, tales como eventuales problemas edilicios, factores climáticos y las lamentablemente tan recurrentes huelgas docentes.
De acuerdo con el estudio, Catamarca tiene previstos 175 días de clases; San Luis, 177; Santiago del Estero, Misiones y Formosa, 178, y San Juan, La Rioja y Corrientes, 179. En este lote de distritos también se encontraba originalmente Entre Ríos, con 179 días, pero el Consejo General de Educación de esta provincia adaptó el calendario escolar para asegurar finalmente los 180 días de clases mínimos. Se espera que el resto de las provincias hagan lo mismo.
La búsqueda de la calidad educativa debe ser un objetivo central de todo gobierno y una política de Estado. Esa calidad debe empezar con el respeto por el mínimo de días de clase al que deben asistir los alumnos, dado que la escuela podrá desarrollar con mayor éxito su tarea de socialización de los niños si se garantiza un ritmo de trabajo sin interrupciones.
En tal sentido, Iaies sostiene que es responsabilidad del Estado "buscar soluciones para cumplir sus propias normas", tales como planificar días de recuperación de clases, plantear nuevas estrategias para que los estudiantes puedan continuar su camino de aprendizaje fuera de la escuela o generar nuevos espacios de trabajo institucional y de capacitación docente sin perjudicar el cumplimiento de los 180 días efectivos de clases.
Claro que también es fundamental, como plantea la investigadora Guillermina Tiramonti, el uso que se haga de ese tiempo y la riqueza de los aprendizajes de los alumnos.
Y un factor esencial para medir la calidad del proceso de enseñanza y aprendizaje son las evaluaciones, que siguen constituyendo la única forma de obtener información confiable sobre los resultados de las estrategias que se aplican en el aula.
De ahí que hayan sorprendido desagradablemente recientes declaraciones de la viceministra de Educación de la Nación, Adriana Puiggrós, quien en una entrevista concedida al sitio web El Cohete a la Luna, de Horacio Verbitsky, expresó: "Evaluar no es un elemento de la enseñanza, es un instrumento de control y de selección, y está pensado desde una lógica empresarial. Lo que busca es reducir la cantidad de alumnos, de docentes, desde una idea meritocrática".
Es de esperar que ideas como estas, que desprecian el mérito académico y que conducen a invalidar la eficacia de pruebas como las PISA o Aprender, obstaculizando el acceso a estadísticas confiables, sean definitivamente dejadas de lado por las autoridades educativas.