Desgastante espera
QUITO.– Luego de cinco días de agrias posturas en torno al conteo de votos y las sospechas que se intentaron levantar, la salida civilizada fue dar paso a conteos y recuentos en busca de la verdad histórica del pronunciamiento popular. En democracia, la gente habla con el voto y en las urnas. Tras el acuerdo alcanzado en el Consejo Electoral con los dos políticos protagonistas de las opciones que se atribuyen estar en el ballottage, todo parecía superado. Iríamos al conteo, conforme el documento suscripto. La palabra es sagrada, pero enseguida empezaron a circular documentos, cartas, aclaraciones y posturas que en alguna medida diferían del acuerdo. La demora llama la atención y desgasta. Las partes en contienda se ponen tensas. Algunas facciones maximalistas de grupos indígenas que serían partidarias del candidato de Pachakutik ya anuncian movilizaciones a Quito. Y sería penoso que se repitiesen escenas que perturban la paz pública y polarizan posiciones. La autoridad debe formular un instructivo claro y los delegados políticos deben acatarlo. El país merece respeto a la voluntad popular para ir a la segunda vuelta en paz.