Cristina, condenada y libre
El Nacional/Venezuela
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CARACAS.- El juicio que confirmó la condena a seis años de prisión a Cristina Kirchner tuvo lejano origen en una denuncia penal presentada hace 16 años contra Lázaro Báez por asociación ilícita de obra pública. Báez era un cajero de banco en la provincia de Santa Cruz hasta que conoció a principios de los 90 a Néstor Kirchner y se convirtió en empresario beneficiado con 51 contratos de obra pública vial entre 2003 y 2015, durante los mandatos de la pareja Kirchner. Desde entonces, la prensa y los juzgados siguen “La ruta del dinero K”, como también se conoce a esta trama inacabada. Cristina Kirchner, presidenta del PJ, aún podrá apelar y esperar la sentencia firme de la Corte. La Justicia se supone ciega, pero nunca tan lenta.
Horas antes de la confirmación de la condena, la exmandataria publicó un comunicado descalificando a los jueces de la Cámara Federal de Casación Penal que decidirían sobre su causa. Todos estarían conectados con Mauricio Macri y, además, por detrás o por delante estarían los diarios Clarín, La Nación y la banda (Los Copitos, venden copos de algodón en plazas) que atentó contra la vida de la exmandataria un par de años atrás. Todo según CFK. Este es uno de varios casos por corrupción en curso contra Kirchner, el único por el que ha sido sentenciada. Los demás se tramitan penosamente de tribunal en tribunal. Mujer de fuerte carácter y discursos vehementes, Kirchner, de 71 años, montó poco después del veredicto un video en su cuenta de X en el que anunciaba a sus seguidores que estaba saliendo para una reunión con 400 mujeres y mandaba besitos.