Cristianos perseguidos
Cuando en nuestra parte del mundo los cristianos festejaban con total tranquilidad la Navidad , otros cristianos están, en cambio, sufriendo duras persecuciones, obligados a no exteriorizar su fe para que sus vidas no corran peligro.
Esto ocurre, por ejemplo, en Siria e Irak , donde los asesinatos impunes de cristianos se han reiterado todo a lo largo del año que termina, generando decenas de miles de mártires contemporáneos a los que naturalmente no debemos olvidar.
Los respectivos gobiernos tienen la responsabilidad irrenunciable de preservar sus vidas. Es imprescindible entonces desterrar el fanatismo y rechazar la intemperancia, en todas sus distintas versiones, incluyendo las de algunos grupos violentos y extremistas musulmanes que hacen evidente y descargan su odio contra personas inocentes, precisamente a través de esas crueles persecuciones.
Sin tolerancia y respeto no hay paz posible. Por esto deben redoblarse los esfuerzos en pro de defender la libertad de culto y asegurar la libertad de opinión. El ejercicio de esas dos libertades está en la esencia misma del ser humano. De allí su enorme trascendencia.