Cooperar para una vacuna
Otras opiniones: The Washington Post, de Estados Unidos
WASHINGTON.– Funcionarios de los Estados Unidos dijeron este mes que los hackers rusos están intentando robar la investigación de la vacuna contra el coronavirus. La semana pasada, el Departamento de Justicia acusó a dos hackers chinos por hacer lo mismo. Ambos ataques son actos condenables de agresión global en un momento en que la cooperación es esencial. Pero este país también tiene la responsabilidad de cooperar.
Es posible imaginar a China explotando esa medicina como un generador de dinero o como un apalancamiento sobre países en desarrollo para los que jugará el benefactor generoso. Esto apunta al problema más amplio: hay vías apropiadas para que cada nación compre candidatos a vacunas. También, vías para garantizar que cuando surja una vacuna, esta llegue a todo el mundo, independientemente de quién la desarrolle o quién tenga la capacidad de pagar.
Así como ha estado ansiosa por trabajar en la construcción de normas ciberoperativas con amigos o enemigos, la Casa Blanca ha enviado la señal de que seguirá un enfoque de "Estados Unidos primero" para eliminar la enfermedad.
En lugar de unirse a iniciativas para reforzar la disponibilidad mundial de vacunas, Estados Unidos anunció su retiro de la Organización Mundial de la Salud y compró casi todas las existencias disponibles del remdesivir, un fármaco antiviral clave.
Los Estados Unidos y China, en particular, han estado jugando durante los últimos meses al juego de quién tiene la culpa del coronavirus. La realidad es que cada país se beneficiará de todas las demás naciones que tengan acceso a una vacuna. Deberían descubrir cómo compartir la riqueza, no cómo robarla.
Fuente: The Washington Post, de Estados Unidos