Congreso de pacientes y familias
Cuando hablamos de cáncer, englobamos más de 200 enfermedades diferentes, de causas múltiples, cuyo denominador común es la capacidad de determinadas células para multiplicarse y diseminarse por una parte o por todo el organismo de una manera descontrolada, que requiere de un manejo multidisciplinario, interinstitucional y multisectorial. Sin embargo, hoy este diagnóstico está lejos de asociarse con una sentencia de muerte. Muy por el contrario, se trata de una afección tratable y curable con mucho mejor pronóstico.
La Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC), a partir de datos internacionales correspondientes a 2018, daba cuenta de que la Argentina presenta una tasa de incidencia de 212 casos cada 100.000 habitantes, por lo que se ubica dentro de los países del mundo con incidencia de cáncer media-alta, séptimos en Latinoamérica. El cáncer representa un 25% de las causas de muerte en la Argentina detrás de la enfermedad cardiovascular, pero podría convertirse dentro de diez años en la primera causa de fallecimientos.
Rosario fue recientemente sede del Congreso Argentino e Internacional de Oncología Clínica. Días después, por primera vez se desarrolló el primer Congreso Argentino de Pacientes y Familiares, también en esa ciudad. Una de sus promotoras, la doctora Emilia Arrighi, psicooncóloga y docente de la Universidad Austral, afirmó: "Las organizaciones de pacientes cumplen una función social irreemplazable y están llamadas a participar en las políticas de salud para que el modelo de atención se ajuste mejor a las necesidades de los afectados por estas patologías y a sus familias".
En ese ámbito inédito, los vínculos se establecieron más allá de las patologías, con el fin de rescatar el intercambio de experiencias personales. Ante más de 200 participantes, en su mayoría mujeres, expusieron también médicos especialistas.
No está de más recordar que un enfermo es ante todo una persona. "A la enfermedad hay que abrazarla para saber sobrellevarla", aconsejó una paciente. "Hay que pensar en positivo y reírse mucho", sentenció sabiamente otra.
En septiembre pasado se lanzó el Plan Nacional de Control del Cáncer (PNCC), que, enfocado en la equidad y el acceso universal, propone un abordaje integral del cáncer y pone el acento en la importancia de estilos de vida saludables para prevenir el desarrollo de la enfermedad. Queda mucho por hacer ante uno de los graves problemas que afectan a la salud pública, aun cuando se han mejorado los índices de detección precoz y la supervivencia gracias a la aparición de novedosos métodos de diagnóstico y nuevas líneas terapéuticas que incluyen también el acceso a cuidados paliativos.