Colombia, ante un nuevo reto
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El líder del Pacto Histórico, Gustavo Petro, ganó el pasado domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Colombia. De este modo, se convierte en el primer presidente de izquierda en ese país. El economista y exalcalde de Bogotá logró superar con el 50,44% de los votos a Rodolfo Hernández, el empresario populista que por su estilo ha sido comparado con presidentes como el estadounidense Donald Trump y el brasileño Jair Bolsonaro.
La disyuntiva que enfrentaron los electores colombianos no era simple, ya que ambos candidatos generaban más incertidumbre que tranquilidad. Hernández carecía de un programa de gobierno serio y exhibía una personalidad autoritaria, en tanto que el pasado de Petro como integrante del grupo guerrillero M-19 generaba gran preocupación en buena parte de la sociedad y su paso al frente de la ciudad de Bogotá, dejaba serias dudas sobre su capacidad de gestión.
El triunfo de Petro tiene muchos significados pero, sin dudas, el más importante es que corta la secuencia de gobernantes –algunos más liberales y otros más conservadores– que contaron con la bendición del establishment. El reto del nuevo jefe del Estado será buscar los canales y las estrategias para convocar a un consenso en torno de su proyecto de gobierno.
Como se sabe, ha propuesto, entre otras cuestiones, modificar el sistema de seguridad social, realizar una reforma impositiva estructural, revisar la exploración del petróleo y crear el Ministerio de la Igualdad, en cabeza de la nueva vicepresidenta, Francia Márquez, la primera mujer afrodescendiente en llegar al poder. Planteó también restablecer relaciones con Venezuela y sentar las bases de un diálogo con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
En su primer discurso como presidente electo, llamó a un gran acuerdo nacional: “El cambio no es para vengarnos, ni construir más odios”, afirmó. Sostuvo que respetará la Constitución, la propiedad privada, la libertad de empresa y la división de poderes, compromisos que podrían resumirse en una de sus frases: “El desarrollo del capitalismo”.
Manifestó también la necesidad de superar la crisis económica y social y luchar frontalmente contra la corrupción.
Petro encuentra un país profundamente dividido. Al no contar con mayoría propia de parlamentarios, deberá gestar alianzas que le permitan llevar adelante las reformas que se propone.
Colombia atraviesa un momento trascendental, en el que se necesitará trabajar decididamente para superar las brechas en materia de pobreza y desigualdad, agravadas por la pandemia. Y deberá unir esfuerzos para respetar y proteger lo construido, en especial la iniciativa empresarial, la reactivación en curso y las libertades económicas. Petro ha llamado a la unidad y a gobernar una sola Colombia, por lo que recomponer la confianza, cerrar heridas y pensar en la unidad será un reto colectivo.