Cáritas, contagiar esperanza
Sumemos nuestra contribución para que quienes más padecen tengan alguna posibilidad de acceder a un futuro mejor
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Mañana y pasado mañana se realizará la Colecta Anual de Cáritas. En ese contexto, juntamente con el Observatorio de la Deuda Social Argentina, se presentó el informe Radiografía de la pobreza en Argentina: realidad social y solidaridad que es esperanza.
Monseñor Carlos Tissera, presidente de Cáritas, recurrió una vez más a la analogía de la sangre, que es la primera en acudir a la herida, para referirse a esa presencia capilar de la institución. Ocuparse de los seres humanos es mucho más que brindar ayuda alimentaria. El desafío de la promoción humana conduce a programas de educación, primera infancia, trabajo, hábitat, integración de barrios populares, gestión de riesgos y emergencias, todas formas de un servicio concreto y cercano. Allí donde sea necesario, Cáritas sale al encuentro para mitigar los dolores de tanta gente.
Encontrarse con quien padece hambre es conocer el rostro y el nombre de cada uno del medio millón de personas a las que Cáritas llega con alimentos, estableciendo un vínculo y brindando espacios de contención a través de una extensa red de voluntarios. Una de cada cuatro personas en la Argentina no completa sus comidas en cantidad o calidad; cifra que se incrementa al 32% cuando se consideran niños y adolescentes de menos de 18 años, con un 15% de ellos que sufren privaciones severas. Cáritas y otros organismos ofrecen esquemas alimentarios compensatorios, que posibilitan que el 50% de los menores de 18 años asistan a comedores, con foco especial también en mujeres embarazadas y niños de hasta 6 años, prioritarios por su vulnerabilidad en los primeros mil días de vida.
Los voluntarios también constituyen equipos para acompañar la escolaridad de jóvenes y adultos. Uno de cada cuatro niños de entre 3 y 5 años no concurre sistemáticamente a la escuela. Lo hacen mayoritariamente en la primaria, pero uno de cada 10 no concurre al secundario. Esto sin considerar los aprendizajes ni su conclusión, con un 35% de los jóvenes de 18 a 29 años que no terminaron el secundario.
Los programas de Economía Social y Solidaria abordan la realidad del desempleo y promueven el desarrollo integral brindando soluciones personales pero también comunitarias a través del apoyo a cooperativas, emprendedores con más de mil unidades productivas a nivel nacional. El trabajo es organizador de la familia y de la sociedad, destaca el informe, pero preocupa que el 32% de los trabajadores sean pobres, porcentaje que trepa a 50 cuando se mira el trabajo precarizado o no registrado. Los buenos programas de Cáritas tienden a balancear tamaño desequilibrio.
La droga anula las posibilidades de construir proyectos de vida. Con el crecimiento del narcotráfico, aumentan el delito y la violencia familiar. El porcentaje de referentes de hogares que expresaron que en la cercanía de su vivienda se vende droga pasó del 22,8%, en 2021, al 31,3%, en 2023. El trabajo de los Hogares de Cristo y la Pastoral de Drogadependencia suma presencia en 250 centros barriales de todo el país para “recibir la vida como viene”.
El lema de la colecta de este año es “Tu solidaridad es esperanza”. No proponen esperar, sino creer que otra vida es posible. La presencia de Cáritas en tantos lugares y el acompañamiento que brinda se suman a la transparencia de la gestión y las prolijas rendiciones de cuentas. La realidad social, cada día más desafiante, con un deterioro de años, nos invita a ayudar a creer que el futuro puede ser mejor para quienes hoy la pasan tan mal. Sumemos nuestra contribución.