Campaña de detenciones
El Nacional/Venezuela
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CARACAS.- En los primeros diez días de la campaña electoral, iniciada el 4 de julio y que concluirá el próximo 25, el gobierno ha doblado su apuesta represiva: 71 detenciones en diez Estados del país, más de la mitad de los casos se produjeron en Táchira.
En octubre del año pasado, el gobierno de Nicolás Maduro se comprometió con la Plataforma Unitaria a “fortalecer una cultura de tolerancia y convivencia política”, que se materializaría en la realización de los procesos electorales consagrados en la Constitución “con todas las garantías” y, a la vez, se rechazaba toda forma de violencia política contra “Venezuela, su Estado y sus instituciones”: no contra sus gentes. Después de 25 años de alharaca, al gobierno de Maduro, continuidad decadente del “proceso bolivariano”, hay que entenderlo al revés de lo que dice: si habla de tolerancia y convivencia, es una señal para adoptar precauciones.
Los detenidos son opositores que ayudaron en la organización de alguna actividad electoral, aportaron un equipo para un acto de la campaña o se atrevieron a recibir y alojar a María Corina Machado o a Edmundo González Urrutia. A ambos a la vez sería una causal de traición a la patria, la acusación favorita de los fiscales del Ministerio Público. En verdad, misterio público. En un acto en el Estado Bolívar, Maduro denunció planes de la oposición para subvertir el orden. Afirmó que solo él garantizaba la paz. Habrá que entenderlo al revés y confiar que con los votos llegue la razón.