Benaim, 103 fecundos años
- 3 minutos de lectura'
El doctor Fortunato Benaim acaba de cumplir 103 años. Creció en un modesto hogar mercedino y se recibió de médico en 1946. Trabajaba en el Hospital Argerich cuando el jefe de Cirugía le ordenó casi extemporáneamente que se hiciera cargo de una familia con quemaduras graves ingresada por la guardia tras el incendio de su vivienda. Nunca imaginó que se trataría de un momento bisagra.
Desde ese mismo instante dedicó su extensa vida a explorar y asistir a pacientes con estas patologías. Advirtió que estaba ante un desafío y una oportunidad, percibió un reclamo escondido y se propuso dar respuesta a las más de 190.000 personas que sufren quemaduras anualmente en la Argentina, el 10% de las cuales son de gravedad.
Su interés lo llevó a ganar una beca de especialización en Estados Unidos. De regreso, en 1955, ganó el concurso para ser director del Hospital del Quemado, institución en la que trabajó hasta su jubilación, en 1984, promoviendo la difusión de procedimientos y recursos terapéuticos capaces de salvar vidas antes consideradas irrecuperables.
Presidente de la fundación que lleva su nombre (raq.fundacionbenaim.org.ar), fundó el primer banco de piel y el primer laboratorio de cultivo de piel; ambas instituciones brindan servicios y atención específicamente a víctimas de quemaduras desde 1990.
Apasionado por el universo científico, no descuida su amor y cercanía a la música: ejecutó hasta hace poco el violín y el piano, y disfruta de bailar tangos.
Reconoce en su familia a su mayor sostén, sin cuyo afecto y apoyo incondicional no habría podido contribuir tan dedicadamente a la atención de niños, jóvenes y adultos quemados.
Su tarea le valió y le vale destacados reconocimientos en instituciones profesionales. Al cumplir 100 años se convirtió en el primer miembro de la Academia Nacional de Medicina (ANM) en recibir su distinción en vida. Fue vicedecano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UCES, profesor honorario de Cirugía (UBA) y maestro de la medicina argentina. El Rotary Club de Buenos Aires lo reconoció con los más altos honores. Recibió premios nacionales e internacionales, como la condecoración con la orden Bernardo O’Higgins, otorgada por el gobierno de Chile, entre otras muchas. En ocasión del 150º aniversario de la fundación de LA NACION, el doctor Benaim fue distinguido como uno de los diez argentinos ilustres en la categoría Innovación.
Su vocación y su voluntad de servir al prójimo permanecen intactas. Impulsor de encuentros para debatir estrategias asistenciales dirigidas a los enfermos quemados, en 2011, con el apoyo de la ANM presentó el “Proyecto para la creación de una red asistencial para el tratamiento de pacientes víctimas de quemaduras en la República Argentina”, sin que prosperara. Es uno de sus sueños que aún aguardan concreción.
Es un profesional que no sabe de descansos, un trabajador al servicio de su comunidad, que llegó al sitial que ocupa a fuerza de mérito. Un argentino que nos honra con sus vitales, lúcidos y generosos 103 años. ¡Felicidades y gracias, Maestro!