Basta de impuestos escondidos
Comparados con otros ciudadanos, los argentinos tenemos vedado saber lo que pagamos de más sobre lo que adquirimos; es hora de exigir transparencia
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La eliminación del capítulo de medidas fiscales del proyecto de ley ómnibus no debería involucrar la sección referida al Régimen de Transparencia Fiscal al Consumidor” (RTFC). Dicho régimen viene siendo impulsado por Lógica, ONG dedicada a generar una conciencia fiscal hoy ausente en muchos sectores y niveles de la sociedad. En la práctica, se propone visibilizar en los tickets de compra, además del IVA, la discriminación de otros impuestos indirectos nacionales que incidan en los precios de los productos y, además, se invita a las provincias a que se adhieran al régimen por ingresos brutos y tasas municipales:
Los siguientes son los principales argumentos para sancionar sin más demoras el régimen que obliga a visibilizar cuáles son los impuestos que paga el consumidor en cada ticket:
1) El capítulo del paquete fiscal tiene 8 secciones, 7 de las cuales consisten en subas o bajas de impuestos. El RTFC no implica suba ni baja alguna, es totalmente neutro. Consiste solo en mostrar los impuestos al ciudadano.
2) El IVA se expone en todo el mundo. La prohibición de mostrarlo al consumidor en nuestro país es vergonzosa. El 27 de diciembre pasado se cumplieron 50 años de esta veda genérica, pero durante años se aplicó la resolución 4333 de la DGI con una sanción específica para el vendedor que mostrara el IVA al consumidor. ¿Por qué y para qué una sanción por decir la verdad? Inexplicable.
3) El RTFC no sería propiamente una norma fiscal. En esencia, es mucho más una norma del régimen de defensa del consumidor. De hecho, en el borrador de ley que circuló antes de ingresar el proyecto en el Congreso, figuraba como una modificación a la ley de defensa del consumidor.
4) Antes de las elecciones generales, el actual presidente Javier Milei, la ahora ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y el entonces gobernador Juan Schiaretti firmaron como candidatos el compromiso propuesto por Lógica de impulsar una norma de RTFC. La sumatoria de votos obtenidos por los tres representaron a más del 60% del electorado en las elecciones generales. Es tiempo de honrar ese compromiso político.
Es tiempo de honrar el compromiso asumido por buena parte de la dirigencia política durante la campaña electoral. Nadie puede estar en contra de decirles la verdad a los ciudadanos
5) En Brasil, país similar a la Argentina por estar entre los que cuentan con los impuestos más altos del mundo (sector formal o “en blanco”), la mayoría soportados por los consumidores, este mismo régimen está vigente desde 2012 –cuando gobernaba Dilma Rousseff– en forma exitosa. Los brasileños, por ejemplo, pueden ver discriminado en el ticket que pagan 40% de impuestos cada vez que cargan nafta y 45% cada vez que van hoteles, segregado por impuestos nacionales, provinciales y municipales. Saben cuánto abonan de impuestos y a quiénes se los pagan. Los beneficios son múltiples: la ciudadanía toma conciencia de los altos cargos extras que se le imponen, se involucra y exige recibir servicios acordes del Estado, además de procurar la reducción en número y la baja en el impacto de impuestos y gastos a un nivel lógico. Pusieron fin así a la maraña devenida en locura fiscal y empezaron a transitar por el camino de la sensatez, reformas tributarias mediante.
6) En el orden político y mediático, las otras siete secciones del capítulo V tuvieron críticas de uno y otro lado por subir o bajar impuestos. El RTFC no tuvo ni un solo cuestionamiento, sino valoraciones positivas. Nadie puede estar en contra de decirle la verdad al ciudadano.
7) A nivel de la ciudadanía, según una reciente encuesta de Poliarquía, el 94% de los consultados quiere ser informado sobre los impuestos con que se recargan los precios de consumo y el 92% considera que dicha información es muy o bastante relevante. Es decir, podríamos concluir que 19 de cada 20 personas estarían sin dudarlo a favor de este régimen. En Brasil, una encuesta similar reportó que el 90% de las personas sondeadas está en favor de este régimen: 9 de cada 10 ciudadanos.
El gasto público y los impuestos deben dejar de ser cuestiones políticas para convertirse en cuestiones ciudadanas, como lo son la consolidación de la democracia, los derechos humanos y la igualdad de género, asuntos estos sobre los cuales los argentinos hemos ido tomando conciencia con buenos resultados. Lo que está pasando en el sector político con el paquete fiscal de la ley ómnibus es la demostración más evidente de que la gente debe también involucrarse.
Estamos ante una oportunidad única para dar el paso que se necesita hacia la transparencia, el respeto y la rendición de cuentas a los principales actores y sostenedores del sistema: los ciudadanos.