Auschwitz, 75 años después
Transcurrieron 75 años desde la histórica apertura de las puertas del infernal campo de concentración y exterminio emplazado en Auschwitz, Polonia, cuando el Ejército soviético liberó a más de 7000 sobrevivientes. Más de un millón de personas inocentes perecieron allí exterminadas por los nazis, un recuerdo doloroso que no deja de avergonzar a la humanidad. Miles de sobrevivientes residen actualmente en Israel, con sus pesares a cuestas.
Frente a la conmemoración de tan dramático aniversario, Polonia y Rusia se enfrentaron en torno a una dura polémica. De visita en Israel, Vladimir Putin, empeñado en destacar el preponderante papel de su país durante la Segunda Guerra Mundial, señaló sin rodeos en su discurso que es hora de "tapar las bocas sucias de aquellos que procuran torcer la verdad histórica". Procuró relativizar la trascendencia del pacto Ribbentrop-Molotov, de 1939, cuyo protocolo secreto pretendía definir la infame partición de Europa que perseguían entonces sus respectivos firmantes. Y apuntó, en cambio, a responsabilizar directamente a Polonia por el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, con el llamado despiece de Checoslovaquia.
Las relaciones entre Rusia y Polonia atraviesan momentos de tensión. Las distintas interpretaciones de la historia mantienen abierta, según queda visto, una profunda grieta que separa a ambas naciones, sumado ello a las heridas generadas por los múltiples crímenes cometidos contra los polacos en tiempos de la totalitaria Unión Soviética.
Putin no fue invitado a la conmemoración en el campo de exterminio donde representantes de más 50 países, encabezados por el presidente polaco, Andrzej Duda, y el presidente del Congreso Mundial Judío, Ronald Lauder, junto a unos 200 sobrevivientes que compartieron sus testimonios, participaron del homenaje. Coincidieron todos en la preocupación por la tan peligrosa como creciente violencia antisemita en el mundo.