ALPI: 76 años de loable tarea
La asociación civil ALPI conmemoró el Día Mundial de la Lucha contra la Poliomielitis, enfermedad viral que puede provocar parálisis, el pasado 24 de octubre. A instancias del Rotary Club Internacional, la fecha recoge el nacimiento de Jonas Salk, quien desarrolló la primera vacuna contra este virus, tarea continuada luego por Albert Sabin que llegó a una más eficaz que ampliaba el período de inmunidad.
ALPI nació en 1943, a partir de una iniciativa de madres de niños con poliomielitis para brindar atención especializada a una sociedad que se encontraba atravesada por el primer brote epidémico de esta enfermedad en 1942. Los niños eran los principales afectados por un virus sumamente contagioso, de allí el nombre. Con presencia en materia fecal, agua o alimentos, el virus se aloja en el intestino para desde allí atacar peligrosamente el sistema nervioso, llevando a la muerte o dejando graves secuelas motrices también entre los adultos, aunque en menor grado.
En tiempos de Covid-19, a la espera de una vacuna que pueda poner coto a esta desigual lucha, resulta más sencillo comprender lo que se vivió en la Argentina cuando la epidemia de polio afectó a unas 6500 personas a partir de 1956. ALPI duplicó para entonces sus esfuerzos en la atención de los enfermos y su desinteresado accionar suscitó gran apoyo popular. Se comenzó a importar la vacuna Salk y luego, con la Sabin, se inició una campaña nacional de vacunación antipoliomelítica.
En un esfuerzo conjunto del Estado, las instituciones, los profesionales de la salud, y la sociedad civil, con numerosos voluntarios en todo el país, en 1984, se dio por erradicada la enfermedad, diez años antes que en otros países de la región.
El esfuerzo de ALPI fue tan enorme como exitoso: formó profesionales de excelencia en rehabilitación, terapia ocupacional y física; también capacitó a sus voluntarios en una lucha que hoy continúa, pues si bien desapareció el flagelo, quedaron sus secuelas.
Hoy su centro de rehabilitación neuromotriz no se limita al tratamiento de la poliomielitis. Diagnostica y trata patologías derivadas de accidentes, lesiones o enfermedades, cuenta con 90 camas en su sede central en el barrio de Palermo y continúa su labor aportando su experiencia adquirida en la lucha y rehabilitación de los afectados por la polio a un amplio espectro de dolencias.
ALPI celebra 76 años de trayectoria, siempre con esfuerzo y enfrentando necesidades financieras pues nadie queda sin atención. Niños y adultos con internación, hospital de día, consultorios externos y asesoramiento son algunas de las valiosas tareas que encara. Constituye una obra exitosa de lucha constante y sin claudicaciones, muy sacrificada, que merece todo el apoyo que la sociedad pueda brindarle.