Alcoholemia y nuevas formas de movilidad
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En el porteño barrio de Palermo, en la madrugada del primer día del año, la policía se incautó de la moto y multó a un joven de 19 años que trabaja para una aplicación de transporte porque su acompañante midió 0,9 gramos de alcohol por litro de sangre cuando lo permitido en el distrito es hasta 0,2 para el conductor y 0,5 para el acompañante de ese tipo de vehículos. Conocedor de la legislación, el motociclista –a quien no encontraron problema alguno– dijo haberle preguntado a su usuaria si había tomado alcohol y que ella lo había negado. La pasajera, por su parte, sostuvo que no fue consultada al respecto por el conductor, y no le cupo infracción alguna. En cambio, el motociclista se quedó sin su herramienta de trabajo y fue obligado a pagar acarreo y multa por tomar un viaje de apenas 6000 pesos. El caso se viralizó.
La policía actuó correctamente. Si bien es cierto que la norma vigente contempla que un acompañante alcoholizado puede desestabilizar la moto, al no distinguir entre un conocido y un cliente que contrató un servicio de transporte queda en evidencia un vacío legal respecto de las nuevas formas de trabajo.
Diputados libertarios y de Pro presentaron proyectos modificatorios del código de tránsito porteño para que se obligue a un acompañante que supere el límite permitido de alcohol en sangre a descender del rodado liberando al conductor sobrio de cualquier responsabilidad. Se propone asimismo que la multa recaiga sobre el acompañante, agravándola por poner en riesgo al conductor, y que no se retenga la moto.
Lo que parece una obviedad no fue debidamente contemplado por la norma que ahora se busca reformar. Para evitar situaciones injustas, urge aprobar los cambios propuestos.
La pasajera fue más tarde sancionada por la app, por lo que no podrá volver a subirse a un transporte ciclomotor, solo a autos.
Yamil Santoro, legislador por Republicanos Unidos, explicó que trabajan en “actualizar la legislación que así lo necesite o en eliminar la que sea obsoleta o que limite la libertad de manera excesiva”. Gracias a la intervención de los legisladores, el conductor de la moto pudo recuperarla sin pagar el costo de acarreo. El masivo apoyo recibido en las redes fue clave para la resolución de esta puntual situación.