Alarmante calentamiento del planeta
Existe una alta probabilidad de que durante uno de los próximos cinco años la temperatura de la Tierra supere el umbral de 1,5°C sobre la media preindustrial
- 3 minutos de lectura'
El Acuerdo de París firmado en 2015 en la COP21, unió a 196 países dispuestos a mantener por debajo de 2°C el incremento de la temperatura global del planeta en comparación con los niveles preindustriales y hacer esfuerzos para limitarlo a 1,5°C. La fecha fijada para llegar a estos objetivos es 2050, pero la realidad es que, a este paso, en algo más de 20 años se habrá superado el primero de los límites.
El mundo ha sido testigo en el último siglo de un vertiginoso incremento de su temperatura: 1°C desde la época preindustrial hasta nuestros días. Si este aumento progresivo alcanzara los 2°C, las consecuencias se repartirían como una bomba de racimo en múltiples direcciones. Los científicos afirman que el calentamiento global está agravando los eventos meteorológicos adversos en el mundo.
Las consecuencias visibles del calor extremo sobre los humanos incluyen una mayor mortalidad debido a golpes de calor, deshidratación y enfermedades ligadas a ello, en especial entre personas mayores y trabajadores al aire libre. Además, la falta de agua también se ha convertido en un problema grave en algunas regiones, afectando también la agricultura y la producción de alimentos.
La temperatura de los océanos rompió récords históricos y encendió una luz roja en el tablero climático. La alarma entre los científicos se activó porque entre el 1º y el 24 de abril la temperatura de los océanos en el nivel global tuvo dos picos, uno de 21,1 y otro de 21 grados. Estos valores son destructivos para la vida marina porque reducen su capacidad para captar dióxido de carbono y, por supuesto, contribuyen asimismo al aumento del nivel del mar.
Cabe insistir en que la crisis climática llegó para quedarse y, si no actuamos, continuará agravándose aceleradamente hasta un punto sin retorno que hipotecará nuestro futuro y el de las próximas generaciones
Para agravar aún más la crisis climática generada por el ser humano se une ahora el fenómenos del Niño, que caldea zonas del Pacífico y que acaba teniendo repercusiones globales. Según advirtió el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, este fenómeno elevará las temperaturas mundiales hasta límites desconocidos.
Según el “Boletín sobre el clima mundial anual a decenal”, que elabora la OMM junto al Servicio Meteorológico del Reino Unido (Met Office), y en el que participan también las agencias de otros países, hay un 98% de probabilidades de que, en al menos uno de los próximos cinco años, se supere el récord de temperatura alcanzado en 2016, el año más cálido en el planeta desde que comenzaron los registros fiables, en el siglo XIX.
En efecto, existe una probabilidad del 66% de que durante uno de esos cinco años la temperatura promedio de la superficie de la Tierra supere, por primera vez, el preocupante umbral de 1,5°C respecto a la media preindustrial, dando lugar a los peores efectos del calentamiento global. Sobrepasar ese peligroso límite, advertencia anticipada en el Acuerdo de París de 2015, desencadenará pérdidas de biodiversidad catastróficas y repercutirá, inevitablemente, en la salud de las personas, su seguridad alimentaria, la gestión del agua y el medioambiente. Si el desequilibrio del clima se generalizara, tal como se anticipa, poblaciones de todos los continentes se verán impactadas, pero serán las más vulnerables o las de menos recursos las que se llevarán la peor parte.
Al conmemorase ayer un nuevo Día Internacional del Medio Ambiente, cabe insistir en que la crisis climática llegó para quedarse y, si no actuamos, continuará agravándose aceleradamente hasta un punto sin retorno que hipotecará irremediablemente nuestro futuro y el de las próximas generaciones.