75 años de las Naciones Unidas
Nacidas luego de la Segunda Guerra Mundia l, con el fin de procurar desterrar la violencia entre países, las Naciones Unidas acaban de cumplir 75 años. Sus miembros, pese a las divisiones que aún los separan en cuestiones trascendentes para el mundo entero, adoptaron con este motivo una declaración en la que se destaca que el organismo multilateral es la única organización global con capacidad de unir a los países y transmitir esperanza a mucha gente que sueña con vivir en un mundo mejor.
A lo largo de su existencia, la organización acumuló éxitos y fracasos. Promovió la descolonización, defendió intensamente las libertades individuales, impulsó el desarrollo, protegió los derechos humanos, promovió la igualdad de las naciones, erradicó enfermedades y mitigó toda suerte de conflictos en un incesante esfuerzo. No ha sido suficiente frente a un mundo con desigualdades, pobreza, hambre, conflictos armados, terrorismo e inseguridad. Tampoco ha podido aunar posiciones para resolver cuestiones candentes como el cambio climático o lograr la eficiencia que demanda enfrentar una pandemia. Pero ha quedado demostrado que el multilateralismo es indispensable frente a algunos retos que de otra manera no pueden resolverse. Está claro que existen desafíos globales que requieren respuestas también globales. Por ello, el multilateralismo con frecuencia no es una opción, sino una necesidad, y son los Estados miembros, en definitiva, los responsables de los éxitos o fracasos en los temas y cuestiones multilaterales.
Dentro de las Naciones Unidas, el tema de la paz y seguridad internacionales está primordialmente en manos del Consejo de Seguridad, cuya trascendente labor debe ser respetada y apoyada, pese a la limitación que importa el derecho de veto de sus cinco miembros permanentes.
La República Argentina, miembro fundador de las Naciones Unidas, siempre ha apoyado al organismo multilateral y debe seguir haciéndolo en todos aquellos temas y cuestiones en los que su accionar resulte indispensable.
El objetivo fundacional de evitar los conflictos armados mundiales ha sido esencialmente alcanzado, lo que debe celebrarse sin retaceos, por la importancia que reviste ese propósito central. Muchos son los retos actuales y futuros por enfrentar para lograr una mejor gobernanza global de un mundo interconectado. La agenda 2030 contempla cuestiones de igualdad de género, liderazgo de los jóvenes, derechos humanos, justicia, crisis climática y destrucción del ambiente, combate de la pobreza y reducción de la corrupción, entre otras. En palabras de su secretario general, António Guterres, "un superávit de desafíos multilaterales y un déficit de soluciones multilaterales".