YPF dio el primer paso para avanzar en un megaproyecto
La petrolera lanzó un proceso competitivo para la adjudicación de la ingeniería de las unidades flotantes de licuefacción
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Los nuevos ejecutivos de YPF están decididos a avanzar con el proyecto para exportar de forma masiva gas natural licuado (GNL). Para ello, es necesario la construcción de plantas de licuefacción para pasar el gas de estado gaseoso a líquido. En esa línea, la petrolera bajo control estatal anunció hoy que “lanzó un proceso competitivo para la adjudicación de las ingenierías de las unidades flotantes de licuefacción”.
Se trata de un proyecto que lidera YPF en sociedad con Petronas, la petrolera estatal de Malasia, y en la que se espera luego la participación de otras empresas del sector, incluida Tecpetrol, del grupo Techint, y Pan American Energy (PAE), de la familia Bulgheroni.
“El proyecto de exportación de gas natural licuado alcanzó un nuevo hito que marca el avance en la ejecución de este. Este hito se desprende del Joint Study and Development Agreement firmado entre YPF y Petronas el 1° de septiembre de 2022 para llevar a cabo los estudios técnicos necesarios para el proyecto”, dijo la empresa con control estatal.
“Una vez que se alcance la decisión final de inversión, el Proyecto Argentina GNL se prevé que le permitirá al país dar un salto cualitativo en la generación de divisas, con una capacidad total de producción planeada de 25 millones de toneladas de gas por año (MTPA), a ser llevado a cabo en etapas”, agregaron.
Mientras que en el corto plazo YPF se enfocará en la producción y exportación de petróleo, en el mediano plazo, el objetivo principal de la empresa será convertir a la Argentina en un jugador mundial de exportación de GNL para 2030.
El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, dio detalles sobre los planes para incrementar las exportaciones argentinas en US$15.000 millones en la última conferencia con inversores. “Es bien conocido que Vaca Muerta tiene una reserva de gas de clase mundial, que supera la demanda local. Para capturar esta oportunidad y desbloquear nuestro potencial, planeamos liderar el único proyecto de GNL argentino. Tendrá una capacidad de procesamiento total de entre 25 y 30 millones de toneladas por año (MTPA) y debería representar la forma clave para poner el gas de Vaca Muerta en los mercados globales, convirtiendo a YPF y a la Argentina en un exportador de GNL de clase mundial”, dijo.
El ejecutivo conoce de cerca el potencial de gas de Vaca Muerta, ya que lideró el proyecto Fortín de Piedra, cuando era ejecutivo de Tecpetrol, del grupo Techint. En 2017, ese yacimiento confirmó que la productividad de Vaca Muerta era de nivel mundial. Tecpetrol había invertido US$2300 millones y en pocos años se convirtió en el cuarto productor de gas del país, con el 10% de la oferta nacional.
“La primera etapa del proyecto es traer a la Argentina una instalación de GNL flotante con una capacidad inicial de entre 1 y 2 MTPA para 2027. La segunda etapa consiste en la construcción de dos nuevas instalaciones de GNL flotante, representando una capacidad de alrededor de 8 a 9 MTPA para 2030, que requiere inversiones de alrededor de US$200 millones en la primera fase de crecimiento”, indicó.
“Déjenme destacar la importancia de que, una vez que el proyecto esté completado, estimamos ingresos totales adicionales de alrededor de US$15.000 millones anuales a la balanza comercial argentina. Esperamos tener el 25% de la capacidad total de GNL, teniendo en cuenta que este será el único proyecto de GNL argentino. Estamos trabajando hoy en día para liderar este proyecto con nuestro socio estratégico [Petronas] y con el resto de la industria. Esperamos posicionar a YPF como jugador global, capitalizando nuestros recursos de clase mundial de Vaca Muerta”, agregó.
Desde este mes, YPF buscará liderar una mesa de trabajo con las principales empresas productoras de gas para construir la planta de licuación y empezar a exportar 40 millones de metros cúbicos diarios en 2031.
El proyecto parte del plan de exportar GNL que nació durante la gestión anterior en sociedad con Petronas. YPF mantiene la idea de traer un barco de licuefacción para comenzar a exportar 6 millones de m3/d en 2027.
“Varias de las compañías en la Argentina estaban viendo el proyecto de GNL. Todas hacían proyectos chicos, que no son eficientes porque es difícil competir con los otros grandes internacionales. La única forma de que sea rentable es si se hace un único proyecto a nivel país, con el liderazgo de YPF. La infraestructura es gigante, nadie la puede hacer solo. Entre todos, la inversión por millón de BTU [medida inglesa que se utiliza en el sector] baja significativamente. Podemos hacer un proyecto viable y competir con Estados Unidos. Hay cuatro players de gas interesados y podría haber un quinto que puede llegar a entrar. Petronas e YPF van a exportar la mitad y la otra parte, la industria”, dicen en la petrolera.
El consumo de gas, a diferencia del de petróleo, no es constante: en invierno, la demanda residencial se quintuplica por las bajas temperaturas, y se pasa de una demanda total de 130 millones de metros cúbicos por día (m3) a 190 millones de m3/d.
También, a diferencia del petróleo, el gas no se puede almacenar (es muy costoso). Entonces, el problema: ¿si se produce oferta nacional para abastecer los picos de demanda, qué se hace con el gas durante los ocho meses restantes del año?
Como no es económicamente eficiente desperdiciar gas durante ocho meses, la Argentina importa GNL y gas de Bolivia durante el invierno para cubrir las bajas temperaturas. Pero este problema se podría resolver si el país exportara el excedente. De esta manera, se produciría el total de gas que se necesita en invierno y el resto del año se vendería esa producción al exterior.
Exportar gas, sin embargo, no es sencillo. La forma más fácil de hacerlo es a través de gasoductos, pero esta vía está solo disponible con Chile, por la ubicación geográfica del país. Pero, como la Argentina le cortó los envíos de gas para consumo industrial de manera sorpresiva en 2007, desde entonces, se perdió la confianza y Chile buscó otras alternativas para abastecerse (se sigue exportando a ese país, pero no hay credibilidad para pensar en un proyecto masivo).
La otra manera de exportar gas es convirtiéndolo a GNL y exportarlo por barco. La ubicación geográfica de la Argentina tiene la desventaja de estar lejos de los principales centros de consumo, pero la ventaja de que, cuando sobra gas en el país, hay bajas temperaturas en el hemisferio norte.
La construcción de esta planta es onerosa, sobre todo en un país con escaso acceso al financiamiento externo. El sector privado calcula que podría demandar entre US$6000 y US$7000 millones y que estaría lista recién en 2030.
Los dos barcos regasificadores que se encuentran amarrados en Escobar y en Bahía Blanca hacen el proceso inverso de licuefacción: reciben los buques llenos de gas líquido y lo convierten a estado gaseoso para inyectarlo en los gasoductos. Esto es más caro que importar gas de Bolivia. El de Escobar tiene una capacidad de regasificar 22 millones de m3/d, mientras que el de Bahía Blanca, que se contrata solo en invierno, suele regasificar 15 millones.
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