Warren Buffett se alía con firma brasileña para comprar Heinz
Heinz, una marca de reconocimiento mundial, será comprada por US$23.000 millones por otro nombre famoso —Warren Bu-ffett— y una firma de private equity brasileña menos conocida.
La cara pública del acuerdo es Buffett, cuya empresa, Berkshire Hathaway Inc., será dueña de la mitad de H.J. Heinz Co. y proporcionará efectivo para ayudar a financiar la compra. Pero fue 3G Capital, una firma de inversión brasileña, la que inició el esfuerzo de compra y controlará las operaciones del gigante de alimentos.
El acuerdo, una de las mayores compras del sector de alimentos en la historia, eleva el perfil de 3G, que en 2010 pagó US$3.300 millones por Burger King Corp. y dos años antes peleó una batalla legal con la empresa ferroviaria CSX Corp. La firma considera a Heinz una empresa bien gestionada cuyo sólido flujo de caja y red de distribución interna podrían convertirla en una plataforma para futuros acuerdos en la industria de alimentos.
El rápido crecimiento en mercados emergentes ha creado una nueva clase de inversionistas bien financiados que cada vez más se vuelcan a empresas estadounidenses en busca de objetivos de compra. Los inversionistas brasileños detrás del acuerdo de Heinz, en particular, suman a su dinero un estilo gerencial enérgico que ha sacudido a cómodas compañías estadounidenses y europeas.
En Burger King, 3G reemplazó al presidente ejecutivo y redujo personal, y consiguió más ganancias incluso cuando los ingresos cayeron. Y cuando la cervecera brasileña-belga InBev tomó el control de Anheuser-Busch en 2008 —un acuerdo que el jefe de 3G, Paulo Lemann, ayudó a orquestar— reemplazó ejecutivos y despidió alrededor de 6% de la fuerza laboral en EE.UU., haciendo añicos una cultura que se había ganado una reputación de tener beneficios extravagantes.
Puede Heinz no tenga que soportar el mismo nivel de presión luego de media década de recortes de costos. De todos modos, sigue siendo una señal de que más empresas estadounidenses venerables pueden prever un futuro en el que son administradas por enérgicos compradores extranjeros.
"Hemos estado buscando oportunidades en el mundo emergente durante mucho tiempo, y ahora ellos están buscando oportunidades aquí", afirmó el presidente ejecutivo de Heinz, William Johnson, en una entrevista. "Estamos viendo un mundo que se reduce y un equilibrio de la creación de riqueza, y este tipo de actividad sólo se acelerará durante los próximos cinco a 10 años".
Según las condiciones anunciadas el jueves, Heinz obtendrá US$72,50 por acción en efectivo, 20% más que su precio de cierre el miércoles. Incluyendo la absorción de deuda, el acuerdo se valora en US$28.000 millones. En las operaciones bursátiles del jueves, los títulos de Heinz aumentaron US$12,02 para cerrar al precio de la oferta.
Berkshire y 3G pondrán cada una más de US$4.000 millones en acciones comunes. Berkshire también ayudará a financiar el acuerdo al comprar alrededor de US$8.000 millones en acciones preferenciales, una inversión que pagará un dividendo de 9%, o más de US$700 millones al año.
3G empezó a cortejar Heinz a mediados de diciembre, cuando Lemann invitó a Johnson a cenar en Naples, Florida, donde el presidente ejecutivo de Heinz estaba pasando la Navidad. Burger King era un gran cliente de los productos de Heinz y Johnson pensó que la cadena de comida rápida estaba insatisfecha por algún motivo.
El tema de la adquisición no salió a relucir durante la cena, pero 3G hizo un avance el mes siguiente. Fue 3G el que llamó a Buffett para incluirlo en el acuerdo, aseguran fuentes al tanto. Buffett siempre ha tenido predilección por marcas estadounidenses reconocidas, y él y Lemann se conocían desde hace años: ambos solían estar en la junta directiva del fabricante de cuchillas de afeitar Gillette Co. Johnson dice que conoció a Buffett hasta el lunes, cuando almorzó con él en un hotel de Omaha.
Heinz era una compra atractiva debido a la fortaleza de sus marcas y su presencia global, dice Alex Behring, un socio de 3G. Heinz, con sede en Pittsburgh, genera dos tercios de sus U$11.600 millones en ingresos anuales fuera de EE.UU., 25% proviene de mercados emergentes.
La empresa de alimentos ha expandido su huella en el extranjero en los últimos años, a través de adquisiciones, incluyendo la de Foodstar, un productor chino de salsa de soya. En 2011, Heinz asumió una participación de 80% en la compañía brasileña que produce los condimentos de marca Quero, con lo que incrementó drásticamente sus ventas en América Latina.