Vuelve el buque regasificador: el Gobierno analiza su regreso, pese a que está en marcha la construcción del gasoducto Néstor Kirchner
La secretaria de Energía, Flavia Royón, dijo que es “muy probable” y que la decisión se define esta semana
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Pese a que el Gobierno está confiado en que el gasoducto Néstor Kirchner que conectará Vaca Muerta con Buenos Aires estará listo en el invierno próximo, la secretaria de Energía, Flavia Royón, indicó que “es probable” que regrese a Bahía Blanca el segundo buque regasificador que se utiliza cada año para cubrir los picos de demanda de gas durante las bajas temperaturas.
“Sí, es probable. Estamos en conversaciones, pero es probable que vuelva a Bahía Blanca. Esta semana lo vamos a definir”, dijo la secretaria en el tradicional almuerzo de diciembre, donde se celebra el día del petróleo y del gas.
La Argentina tiene un buque regasificador emplazado en el puerto de Escobar durante todo el año y, en los meses de invierno, suele contratar otro para reforzar el abastecimiento. Esta operatoria ocurrió todos los años desde 2011, con la excepción de 2019 y 2020.
El buque regasificador del invierno pasado, operado por la empresa Excelerate, tenía una capacidad de regasificación de 15 millones de metros cúbicos por día (m3/d). La construcción del gasoducto Néstor Kirchner permitirá definitivamente dejar de depender de ese segundo buque regasificador, ya que el ducto amplía la capacidad de transporte de gas desde Vaca Muerta a Buenos Aires en 11 millones de m3/d. El buque de Escobar, con capacidad de 22 millones de m3/d, seguirá un largo tiempo más.
El mercado de buques regasificadores se volvió más demandante desde que Rusia dejó de ser un país confiable para el resto de Europa, y los países debieron reemplazar el gas ruso por barcos de GNL provenientes de Estados Unidos, Noruega, Argelia y Qatar. Para transportar el gas, se debe enfriar las moléculas a 161º bajo cero para convertirlo en estado líquido, en un proceso que se llama licuefacción. Luego se hace el proceso inversor para volver a convertirlas a estado gaseoso.
Por eso, la decisión de contratar el segundo buque no debería extenderse mucho en el tiempo, porque la demanda de barcos se mantendrá alta el próximo año. De hecho, el buque de Excelerate que estuvo en la Argentina en el invierno pasado fue contratado por Finlandia para operar allá durante los próximos 10 años.
Posibilidad de girar divisas
Pese a haber sido un buen año para la industria, con mayor crecimiento de la producción de lo estimado inicialmente, la mirada está puesta en el futuro y en los factores que siguen limitando el crecimiento total de Vaca Muerta. El reservorio ya demostró la calidad de sus recursos, pero son las reglas de juego las que generan dudas entre las grandes petroleras internacionales.
Este año se confirmó la construcción del gasoducto Néstor Kirchner y la ampliación del oleoducto de Oldelval, que permitirá mejorar la capacidad de transporte desde Vaca Muerta a Bahía Blanca. Esta mayor producción, que depende de las inversiones de las empresas, tendrá un techo si la Argentina prolonga en el tiempo las restricciones para girar dividendos. “Nadie quiere invertir si después no puede sacar las ganancias”, dicen en la industria.
Ernesto López Anadón, presidente del Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG), habló en representación del sector y dijo: “La ventana de oportunidades que tenemos es muy estrecha”.
“El petróleo y el gas natural son hoy muy abundantes en el planeta, pero eso solo no garantiza que en el futuro se sigan utilizando masivamente como en la actualidad. Hoy, y no mañana, es el momento de generar las condiciones adecuadas para que la industria, una vez más, desarrolle todo su potencial. Estamos en competencia con otros activos en el mundo. Solo los más eficientes, los de menores emisiones y los que mejores condiciones tengan para su desarrollo serán los que subsistan. No se necesita mucho”, señaló.
Luego enumeró algunas condiciones necesarias para desarrollar el sector, como libertad de exportación y herramientas para que las empresas (y no el Estado) sean las que generen la infraestructura necesaria. “Harán falta mayores inversiones para evacuar las producciones de gas y de petróleo, como plantas de tratamiento y ductos para el mercado local y para exportación a los países limítrofes, puertos y plantas de GNL. Y por qué no dar las condiciones para generar una infraestructura que nos permita producir hidrógeno en gran escala junto con la captura y utilización de carbono”, dijo.
Por último, hizo el reclamo que mayor preocupación genera en el sector: “Libre disponibilidad de divisas, porque los proyectos son de larga maduración, no salen de la noche a la mañana. Primero se deberán hacer las inversiones, mucho antes de que la producción aumente y se exporte. Esto garantizará un flujo positivo de divisas para el país. Es el momento de apostar al futuro. Todo esto hace imprescindible una política para el sector que sea consistente y continua, junto una fuerte política externa que defienda nuestro derecho a explotar nuestros recursos para poder desarrollarnos y para poder mitigar y erradicar la pobreza que hoy tiene la Argentina”.
En pleno mundial de fútbol, y con la expectativa que genera la Selección Argentina, López Anadón finalizó su discurso haciendo un paralelismo. “Nuestro seleccionado de fútbol, tiempo atrás, se fijó un demandante objetivo a futuro. Trabajó de manera consistente y sin interrupciones para lograrlo y hoy está disputando las etapas finales del Mundial. Esperemos que esta vez también lleguemos a las instancias finales en esta competencia abierta entre activos de gas y de petróleo en el mundo”, concluyó.
Sus palabras fueron destacadas entre los invitados, que prefirieron hablar en reserva, pero que compartían lo que dijo el presidente del IAPG. Con el crecimiento en la producción, muchas empresas empezarán a tener mayores ganancias producto de las inversiones realizadas en los últimos años y van a pedir un gesto del Gobierno para decidir futuros desembolsos.
“Hasta ahora logramos la producción que tenemos con los parches que se fueron anunciando. Siempre dijimos que Vaca Muerta se va a desarrollar, la pregunta es a qué escala. La industria no está mal: produce, crece y exporta, pero se necesita un cambio de fondo para lograr un desarrollo más general. Y la paciencia de las empresas no es infinita”, indicaron en una compañía.
Consultada sobre este tema, la secretaria Royón indicó que “en los proyectos de ley sí está previsto al acceso al mercado libre y cambios y, en cuanto a las importaciones, esto está mucho más fluido” y que “el ministro [Sergio Massa] está trabajando en eso”.
Además, destacó que el sector podría, en el mediano plazo, pasar de una balanza negativa de US$5522 millones a un saldo positivo entre US$4000 y US$8000 millones en 2026. “Y a esto podremos sumarle el desarrollo de nuevas tecnologías como el hidrógeno”, comentó.
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