Volkswagen cambia de cúpula y cierra una era
El 16 de abril, las cosas cambiaron para Ferdinand Piech, el poderoso patriarca de Volkswagen AG.
Durante años, había dominado el gigante automotor alemán que fundó su abuelo. Sin embargo, en una reunión con otros miembros del consejo de supervisión en la hacienda de su familia en Salzburgo, Austria, Piech simplemente no pudo obtener el respaldo para sus esfuerzos por derrocar a Martin Winterkorn, el presidente ejecutivo de Volkswagen. Esta vez fue Piech quien sintió el aguijón de la reprimenda.
Nueve días más tarde, uno de los empresarios con más historia en la Europa de la posguerra hizo una salida dramática al dejar la compañía que él había enderezado.
La batalla de la junta de supervisión distrajo a la alta gerencia y los empleados de la compañía en un momento en que Volkswagen está perdiendo impulso en su intento por superar a Toyota Motor Corp. y General Motors Co. como la mayor automotriz del mundo por ventas.
Piech es el nieto de Ferdinand Porsche, el ingeniero y diseñador que desarrolló el Volkswagen Beetle, el icónico escarabajo. Ha pasado más de 25 años dirigiendo la automotriz, primero como presidente ejecutivo y luego como titular del consejo de supervisión.
Con la salida de Piech el sábado, Volkswagen enfrenta dos semanas de incertidumbre antes de su reunión anual del 5 de mayo. Al consejo de supervisión le gustaría tener un candidato listo para suceder al presidente interino, Berthold Huber. Y después de eso, el gigante automotor enfrenta grandes desafíos para volver a ganar bríos en medio de una caída de las ventas en Estados Unidos y China y los altos costos en Europa.
El enfrentamiento en Salzburgo, como los medios alemanes han llamado a esa reunión, reunió a los hombres que habían cooperado con Piech durante años. Sin embargo, esta vez fue diferente.
El jefe del comité de empresa, Bernd Osterloh, abandonó al presidente de 78 años. Stephan Weil, el primer ministro socialista del estado de Baja Sajonia, que tiene una minoría de bloqueo en la empresa, respaldaba a Winterkorn. Wolfgang Porsche, pri-mo de Piech, se negó a apoyarlo, lo que sugiere que el clan Porsche había reanudado una disputa de larga data sobre Volkswagen.
Piech accedió y acordó mantener a Winterkorn. Poco después, los accionistas y partes interesadas clave le dijeron a Piech que habían perdido la confianza en él como presidente, informó la junta en un comunicado el sábado. Piech renunció de inmediato, incluyendo a todas sus funciones en la empresa. Su esposa, Ursula, también dimitió. Eso deja a Porsche como representante principal de la familia en la junta de Volkswagen.
Porsche es visto como uno de los ganadores del fallido plan de Piech para derrocar al presidente ejecutivo de Volkswagen. No obstante, tiene que lidiar con dos fuertes jugadores en el juego de tronos de Wolfsburgo.
El consejo de supervisión de Volkswagen se equilibra entre los 10 representantes de los trabajadores y 10 representantes de los accionistas. El presidente tiene dos votos para romper un empate, de ser necesario.
En la batalla por el futuro de Winterkorn, Baja Sajonia, como accionista, apoyó al campo sindical. Al hacer esto, Weil, el pri-mer ministro del estado, inclinó la balanza a favor de la representación de los empleados y reafirmó el poder de ese estado en la junta.
"El sindicato y el estado de Baja Sajonia son los ganadores de la lucha de poder en VW", escribió en un comentario el domin-go Ferdinand Dudenhöffer, director del Centro de Investigación Automotriz en Duisburg-Essen. "Como resultado de esta lucha por el poder, Winterkorn debe más que nunca ser el hombre de los sindicatos".
Si el análisis de Dudenhöffer es correcto, podría significar que la elección de un nuevo presidente a partir de la partida de Piech sea la primera prueba de la nueva estructura de poder en la empresa de Wolfsburgo.
Piech ganó fama por deshacerse rápidamente de ejecutivos que ya no gozaban de su preferencia. En 2006, le retiró su apoyo al entonces presidente ejecutivo, Bernd Pischetsrieder, al decir en una entrevista con The Wall Street Journal que su futuro en la empresa era incierto. En 2007, Pischetsrieder fue reemplazado por Winterkorn, un protegido de Piech y entonces presidente ejecutivo de la marca de autos de lujo Audi AG, de Volkswagen.
Cuando Piech hizo su maniobra contra Pischetsrieder en 2006 tenía el respaldo de Osterloh. Sin embargo, cuando Piech puso a Winterkorn en la mira, Osterloh y otros líderes sindicales salieron en defensa del presidente ejecutivo.
"Las últimas dos semanas han creado incertidumbre en las mentes de la fuerza laboral", dijo Huber. "Esta incertidumbre tenía que ser terminada hoy".