Visa planta las semillas de su crecimiento global en Ruanda
Una mañana nublada en la capital de Ruanda, Ginger Baker puso a prueba la gran apuesta de Visa Inc. a este pequeño país africano: trató de pagar un café con una tarjeta de crédito.
Pero la trabajadora que la atendió no entendía cómo funcionaba la máquina. Así que Baker, directora gerente de la incipiente operación de Visa en Ruanda, llamó al banco que licencia las tarjetas y le pidió que enseñaran a la barista a utilizarla.
Esta atención in situ es crucial para que la empresa con sede en San Francisco consiga cosechar mayores ganancias con los clientes menos acaudalados en mercados remotos en todo el mundo. "Vamos por ahí, usamos nuestras tarjetas y vemos lo que pasa", dice Baker, una estadounidense de 35 años.
Visa se encuentra bajo una creciente presión de rivales como PayPal, la unidad de pagos por Internet de eBay Inc., y Square Inc. Sin embargo, su mayor enemigo sigue siendo el efectivo.
En una alianza con el gobierno de Ruanda, la compañía está implementando un sistema de pagos móviles para sustituir al efectivo.
Los pagos móviles podrían parecer un tema poco prioritario en un país donde el ingreso anual promedio es de US$750 y la mayoría de los 12 millones de habitantes no cuentan con agua potable ni electricidad. Sin embargo, Visa está ayudando al país a levantar su rudimentario sistema financiero como parte del objetivo del gobierno de convertirse en el "Singapur de África". Para Visa, se trata de un importante proyecto piloto que espera replicar en otros mercados emergentes con alto potencial de crecimiento.
Con el nuevo sistema de pagos móviles mVisa, los usuarios de teléfonos celulares podrán enviar, recibir y depositar dinero sin tener que pisar un banco o pasar una tarjeta por un lector. El esfuerzo podría llevar a millones de personas a la banca formal por primera vez.
"La marca de Visa obviamente carga un gran peso", señala Geraldine O’Keeffe, directora de operaciones de Software Group BG Ltd., una compañía de tecnología de banca móvil.
Ruanda podría ayudar a Visa a cumplir su meta de 2015 de facturar más de la mitad de los ingresos anuales de la compañía fuera de Estados Unidos, desde el actual 44%. Visa gana dinero cada vez que procesa un pago electrónico.
Elizabeth Buse, que dirige el negocio de Visa en Asia, Europa central, Medio Oriente y África, dice que la compañía quiere llevar la tecnología móvil a otros mercados emergentes.
Visa no ha revelado cuánto está invirtiendo en Ruanda. En 2011, pagó US$110 millones por Fundamo, una compañía sudafricana de pagos móviles, para impulsar el proyecto.
Algunos analistas no tienen grandes expectativas porque Visa tendría que replicar su programa de Ruanda muchas veces para alcanzar su meta de ingresos provenientes fuera de EE.UU.
Su rival MasterCard Inc., de Nueva York, ha echado raíces en lugares como Tanzania y Uganda, pero su concentración está en mercados emergentes de mayor envergadura con algunos núcleos de riqueza, como India, Turquía y Polonia.
"Estos países presentan oportunidades enormes y quiero incursionar en el terreno lo antes posible y conseguir que los consumidores dejen de utilizar efectivo", dice Ajay Banga, presidente ejecutivo de Mastercard.
Visa tiene a Ruanda para sí sola. Como resultado, ha convertido a este país empobrecido de África del Este, todavía en proceso de recuperación tras el horror del genocidio de 1994 que acabó con un décimo de la población, en un laboratorio de crecimiento. Antes de que Visa pueda introducir mVisa en Nigeria o Indonesia, tiene que asegurarse de que funciona en Ruanda.
Desde que Visa llegó al país hace más de un año, la emisión de tarjetas se ha quintuplicado a unas 100.000. Los nueve bancos comerciales en Ruanda ahora licencian tarjetas de crédito y débito Visa y estas son aceptadas en casi 400 hoteles, restaurantes y tiendas.
Una de las grandes razones por las que Visa eligió Ruanda como plataforma de despegue para este proyecto es Paul Kagame, el presidente del país. Él lideró a los rebeldes que acabaron con el genocidio de 1994. Grupos de derechos humanos lo han acusado de intimidar a sus oponentes políticos, pero Kagame ha catapultado el crecimiento económico a 8% al año desde menos de 4%.
La infraestructura financiera del país sigue siendo rudimentaria. Apenas cuatro compañías cotizan en la Bolsa de Valores de Ruanda. Antes de la llegada de Visa, la gente que quería comprar pasajes aéreos tenía que pagar en efectivo en las agencias de viaje.
Hoy en día, Visa es un nombre reconocido en Ruanda, dice Claver Gatete, gobernador del banco central de Ruanda.
"Incluso si hablas con un estudiante, un aldeano o el dueño de una tienda, todos saben que Visa es nuestro socio", dice.
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