Vialidad: sigiloso operativo del Gobierno para blindar a funcionarios fieles
Mediante una batería de normas, la entidad que depende del Ministerio de Obras Públicas, que maneja Gabriel Katopodis, inició una maniobra para esconder funcionarios kirchneristas
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Dicen que para muestra sirve un botón y el caso Vialidad bien podría ilustrar lo que sucede en varios ámbitos de la administración pública. En un operativo sigiloso, lleno de discrecionalidad y mucho apuro, la entidad puso en marcha una trama regulatoria para beneficiar a varios de sus funcionarios fieles. Valiéndose de la red federal que tiene, localizó piezas clave de la actual administración en delegaciones del interior. Además, avanzó con una quirúrgica recategorización para los fieles, cuestión de mejorarles la ecuación en caso de que la nueva administración los descubra. Algo así como fullerías administrativas con dinero ajeno.
A todo aquello se suma algo más, una especialidad de los funcionarios. La entidad que maneja Gustavo Arrieta, un exintendente de Cañuelas, ha desatado una bacanal de nombramientos en los últimos días con sueldos que suelen superar los dos millones de pesos y que, por cuestiones obvias, no pueden exceder el 31 de diciembre. Pero le ponen fecha de inicio unos meses antes.
Ayer por caso, fueron varios los movimientos, entre los que se cuentan un par de nombramientos y varias recategorizaciones, muchos de ellos para empleados con pocos antecedentes más que la férrea lealtad a Arrieta o al ministro del área, el militante de colectivos Gabriel Katopodis.
Por caso, ayer, con la resolución 3012/23 se contrató un empleado para Corrientes y mediante la 3006/2 se recategorizó a otra empleada. Algo similar pasó con la 3000/23, mediante la que otorgaron una categoría 2, con sueldos de siete cifras, a un hombre cercano a Patricio García, un dirigente de Florentino Ameghino que es gerente Ejecutivo de Regiones y Distritos Provinciales de Vialidad.
Ayer, también, camuflaron en un lugar sin exposición a Bruno Oscar Vai mediante la nota número 13875123/2023. Se trata de una norma interna, a la que LA NACION tuvo acceso, que tiene cinco firmas de funcionarios de Vialidad, Arrieta entre otros, mediante la que enviaron al empleado al Club Vial, una dependencia recreativa que tiene la entidad en Ezeiza para uso de sus empleados.
Ahora bien, ¿quién es Vai como para que se ponga en marcha el aparato del Estado para encontrar un refugio en los pliegues de la administración? Se trata de la mano derecha del administrador general, que lo acompañó en la intendencia de Cañuelas, que ingresó a la entidad el 14 de febrero de 2020, cuando se lo nombró a cargo de la jefatura técnico-administrativa, una suerte de secretario privado.
Sagaz, Arrieta camufló a su colaborador en el club que queda en un distrito cercano: Ezeiza. Seguramente, será difícil encontrarlo.
Pero hay un caso más que también se coló ayer en la firma de la poderosa Vialidad Nacional. Se trata del traslado de Gabriela Boaglio. Formalmente, tiene el cargo de Coordinadora de Procesos y Actos Administrativos, pero en la jerga estatal es quien está a cargo del despacho, es decir, de cuidarle la firma al jefe. ¿Dónde se puede esconder un militante, cargado de secretos de Arrieta y Katopodis, para quedar lejos de la mirada de los nuevos funcionarios? El cantante León Gieco diría que en Ushuaia o en La Quiaca.
Vialidad firmó el informe 1389977096, fechado ayer, y decidieron que, de común acuerdo, Boaglio preste servicios en la asesoría legal del “24° Distrito de Tierra del Fuego”. También será difícil decirle piedra libre por los hombres de Milei que llegarán en diciembre.
Además de estos casos, LA NACION corroboró decenas de nombramientos que se produjeron esta semana en Vialidad, que por cuestiones de decoro, no se identifican en la nota, pero que figuran en las normas internas que llevan los números 2793, 2700, 2899, 2913, 2927 y 2912, entre otras, todas fechadas ayer.
Claro que Vialidad no es la única que ha desatado un vendaval de movimientos para preparar la resistencia con los propios dentro del organigrama. Por caso, la ministra de Desarrollo Social y diputada electa por el oficialismo, Victoria Tolosa Paz, ha firmado en el último tiempo centenares de recategorizaciones en su cartera en un acuerdo con la Unión Personal de la Nación, la poderosa UPCN.
El año pasado se aprobó un concurso para pasar a planta a categorías administrativas y profesionales técnicos. Con esa comanda, ingresaron muchos empleados al ministerio. En paralelo, hay un concurso abierto en este momento, para profesionales, con un cupo de 900 personas aproximadamente.
Todavía está en proceso y van por la etapa de evaluación de la documentación. Y, por último, Tolosa Paz desató un festival de ascensos verticales para gente de planta permanente. Amén de los concursos formales, uno de los requisitos para ascender era guiñarle el ojo al gremio.
Hoy, por caso, en el Boletín Oficial también se publicaron tanto recategorizaciones como nombramientos, prórrogas o pases a planta permanente, soluciones de fin de ciclo para acomodar a los propios y dejar una capa más en la burocracia. Pero Vialidad fue un poco más allá. Buscó pliegues en algunos distritos para esconder a los más leales de todos.
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