Vaca Muerta: el Gobierno pone más plata para recuperar a una apuesta de campaña
El presidente Alberto Fernández despegó hoy en avión hacia la capital de Neuquén para desplazarse luego en helicóptero a la formación Vaca Muerta, su primera visita oficial a la segunda reserva no convencional de gas más grande del mundo (tampoco había ido cuando fue jefe de Gabinete). El objetivo: anunciar un nuevo plan de estímulo a la producción, para evitar que falte gas en el invierno próximo y para paliar con fondos públicos el congelamiento tarifario.
Luego de varias demoras, finalmente el Gobierno puede mostrar una política de incentivos al sector energético, uno de los que consideraba clave al comienzo de su gestión, pero que después fue perdiendo peso por la pandemia, las limitaciones económicas y la falta de unidad interna para elegir el camino a seguir. Una de sus deudas a cumplir todavía es el diseño de una ley de Hidrocarburos, que anunció en la apertura de las sesiones legislativas a comienzo de año.
Las falta de iniciativas derivó en el cambio de secretario de Energía (Sergio Lanziani fue reemplazado por Darío Martínez) y el traspaso de ministerio (la cartera energética pasó de la dependencia de Desarrollo Productivo a Economía).
Es por eso que, quien acompañó hoy al Presidente, fue el ministro Martín Guzmán (Economía), junto con Wado de Pedro (Interior), Martínez y los gobernadores Omar Gutiérrez (Neuquén) y Arabela Carreras (Río Negro). El lugar elegido fue el yacimiento Loma Campana, de YPF. La empresa con control estatal tuvo un rol importante en el diseño de este nuevo programa, de la mano del CEO Sergio Affronti.
YPF busca retomar protagonismo en la producción gasífera, tras quedar retrasada en el anterior plan de estímulo de la resolución 46, que lanzó el exministro Juan José Aranguren y que permitió a Tecpetrol –el brazo petrolero de Techint– tomar la iniciativa en este mercado, tras invertir casi US$2000 millones en Fortín de Piedra, el mayor proyecto de gas en Vaca Muerta.
El Plan de Promoción de la Producción de Gas Argentino, como lo llamaron, durará hasta 2023 y tendrá como objetivo sustituir más de 18.000 millones de m3 de gas. Para ello, el Tesoro le destinará US$5062 millones, según precisaron. Se harán subastas de volúmenes ofertados por cuenca con un precio tope de US$3,70 el millón de BTU (medida inglesa que se utiliza en el sector), mayor a los US$2,40 que reciben hoy las productoras por tarifas. La diferencia entre esos dos valores se cerrará con subsidios.
Este plan gas es el quinto programa que se lanza para sostener la producción, que tiene una particularidad: se necesitan inversiones constantes para reemplazar la declinación de los pozos. Los primeros tres fueron diseñados por el actual gobernador de Buenos Aires y exministro de Economía, Axel Kicillof, y continuados por Aranguren.
En todos los lanzamientos, se justificó el millonario desembolso de subsidios a las empresas petroleras con la siguiente explicación: si cae la producción, se tendrá que importar gas y son divisas que salen del país y que no se vuelcan en industria y trabajo argentino. En todos los casos se omitió que, el plan no tendría razón de ser, si las tarifas de gas y electricidad no se mantuvieran congeladas.
Es por eso que antes de hacer el anuncio, el Presidente dijo en Twitter: "De no haber existido el congelamiento que dispusimos sobre las tarifas de gas, hoy los usuarios estarían pagando un 86% más por el servicio. Trabajamos por vos, unidos, para poner de pie a nuestra Patria. #ReconstruccionArgentina".
Las tarifas de electricidad no se actualizan desde marzo del año pasado y las de gas, desde abril de 2019. Hasta fin de año, por lo menos, seguirán así. La duda está en lo que sucederá en 2021: según el presupuesto que envió Guzmán al Congreso, se proyecta un incremento tarifario, pero en las filas del Cristinismo recuerdan que el "primer capítulo del manual peronista dice 'no se actualizan tarifas en año electoral'".
La contracara del congelamiento es el incremento del gasto fiscal en subsidios económicos. Según el último informe de Tendencias Energéticas del Instituto Argentino de Energía (IAE), los subsidios energéticos acumulados a julio fueron de $218.000 millones; esto equivale aproximadamente a US$3300 millones, y aumentaron 100,5% respecto de igual periodo de 2019.
"El objetivo del Plan es incentivar el crecimiento de la producción de gas en los próximos años. Junto con el estímulo a la producción, la iniciativa buscará acentuar la integración de las industrias pyme con las cuencas, incorporando más valor agregado nacional y la creación de nuevos puestos de trabajo. Para alcanzar ese crecimiento, el Plan busca generar las herramientas que incentiven nuevas inversiones en la oportunidad que brindan los recursos convencionales y no convencionales de nuestro suelo", dijeron en Presidencia.
"Estos objetivos implican un descenso en las necesidades de importación, un ahorro en dólares, la consecuente mejora de la situación fiscal de nuestro país y, en el caso de los centros de la actividad, un crecimiento económico que beneficie al conjunto de los sectores de la economía y la sociedad", agregaron.
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