Vaca Muerta: advierten sobre la el crecimiento de la quema de gas en los procesos de producción
La Argentina es el país que más aumentó sus volúmenes de vento desde 2016
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El desarrollo de Vaca Muerta no es gratis para el medio ambiente, pero hay maneras de producir gas y petróleo de forma responsable. Así lo recomienda Bjørn Otto Sverdrup, jefe del Comité Ejecutivo de Oil and Gas Climate Initiative (OGCI), una organización internacional que reúne a las 12 mayores empresa petroleras del mundo con el objetivo de impulsar iniciativas para prevenir el cambio climático a través de la industria.
Entre las compañías que son parte están BP, Chevron, CNPC, Eni, Equinor, ExxonMobil, Occidental Petroleum Corporation, Petrobras, Repsol, Saudi Aramco, Shell y Total Energies. La mayoría de ellas opera en la Argentina.
“La producción no convencional de gas y petróleo también se puede producir de manera responsable cuando tiene que ver con lograr cero emisiones de huella de carbono. No hay nada que no se pueda prevenir o que signifique que sea insostenible”, dice Otto Sverdrup, en una entrevista con LA NACION.
Según un informe del Banco Mundial, la Argentina es el país que más aumentó tanto los volúmenes de venteo de gas como la intensidad de la quema desde 2016 (en ambos casos duplicó los registros anteriores). Le siguen México, Siria, Irán, China y Rusia. Y es el segundo país de América Latina con más niveles de venteo después de Venezuela.
“No estoy familiarizado con la situación de la Argentina, pero normalmente el quemado de gas ocurre cuando se produce petróleo asociado con gas y tal vez no hay infraestructura o gasoductos para evacuar el gas. Como no es posible inyectarlo, se quema por un periodo corto de tiempo. Es necesario invertir entonces en ductos para que se capture el gas y se evite el quemado”, indicó Otto Sverdrup.
El ejecutivo tiene una larga experiencia en el sector energético, donde se desempeñó como director de Sustentabilidad de Equinor, la petrolera estatal de Noruega. “La quemadura de gas también es un desperdicio de recursos y esto es negativo, sobre todo cuando se tiene en cuenta las emisiones de carbono”, dice el especialista, que participó el pasado abril en el evento “Transición Energética”, que organizó IDEA.
“En la industria a nivel mundial, el volumen de venteo de gas no está bajando lo suficientemente rápido. Está muy estable, pese a todo. Hay una necesidad de que haya más inversiones para reducir el quemado de gas, tal vez no solo en la Argentina, pero en todo el mundo”, indicó.
Otto Sverdrup opinó también acerca del desarrollo de las energías renovables y los asuntos aparejados que faltan resolver, como la producción de litio para construir las baterías necesarias. “En el largo plazo, las energías renovables jugarán un rol cada vez más importante. Muchas cosas tienen que funcionar con electricidad, de manera de reducir el uso de carbono. Con las energías renovables está la pregunta de cómo se maneja la intermitencia, cómo se construye una energía que sea confiable, sin que se dependa de la disponibilidad de sol y viento. Al mismo tiempo, tenemos que pasar más tiempo entendiendo cómo se almacena la energía y, en ese sentido, las baterías jugarán un rol importante para eso”, indicó.
Con relación a la organización que preside, Otto Sverdrup explica que “todas las empresas coinciden en la importancia del Acuerdo de París y en que esta industria tiene que ser parte de la solución”. Y agrega: “Hay que mandar una señal fuerte de que estamos listos para ser parte la transición energética”.
En este sentido, sin embargo, admite que hay distintos avances cuando se observa las metas de las petroleras europeas, como BP, Shell, Equinor, Repsol y Total, con respecto a las estadounidenses, como ExxonMobil y Chevron. “Ha habido perspectivas distintas. Las empresas europeas abrazaron más la transición energética que las estadounidenses. Quieren ser empresas con cero emisión de carbono en muy corto plazo. Pero creo que ahora todas las compañías están igual de comprometidas en ser parte de la transición y en bajar las emisiones a cero. Son grandes promesas de esfuerzo en los próximos años”, indicó el analista.
“Además, cada empresa juega un rol distinto en los países de donde son parte. La transición energética seguramente sea diferente en cada región. No me sorprende eso, sino que me parece bien que haya empresas dispuestas a cambiar”, agrega.
Consultado sobre si cree que las regulaciones en Europa son más exigentes que en otros países, Otto Sverdrup señala que es cierto que tienen otra historia. “Eso hace que el proceso regulatorio sea distinto, sobre todo el relacionado con el precio de los hidrocarburos o los impuestos para que se reduzcan las emisiones de carbono, por eso cambia el comportamiento de las empresas. Las regulaciones son muy importantes, pero en nuestra percepción, el activismo de los accionistas ha sido importante también, porque piden que presenten planes ambiciosos para que se aseguren que cumplen con los tratados del Acuerdo de París”, indicó.
Finalmente, con respecto al efecto de la invasión de Rusia a Ucrania en la transición energética, Otto Sverdrup dijo que, en el corto plazo, “ha hecho que los precios de la energía se dispararan, pero que, en el largo plazo, se acelerará la transición energética, sobre todo en Europa, porque veremos más deseos de que crezcan los proyectos de energía renovable y que se reduzca la dependencia del petróleo y el gas”.
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