US$172 millones. La maniobra contable con los depósitos en dólares para esquivar un impuesto
Esquivar un impuesto puede más que la desconfianza en el sistema. Muchos argentinos encuentran en el dólar un refugio para sus ahorros, y en el colchón o las cajas de seguridad un refugio ante los vaivenes de la economía. Sin embargo, cada fin de año registra un silencioso y sostenido regreso de los billetes a las cajas de ahorro, que se revierte ni bien llega enero. El único objetivo: pagar menos.
El movimiento de los dólares parece escapar a cualquier explicación. Porque luego de un año de caída de reservas y salida de divisas, con cepo cambiario endurecido y brecha por encima del 90% solo en diciembre, los depósitos en dólares del sector privado en los bancos sumaron US$1279 millones.
Con ese crecimiento del 8,7%, los depósitos en dólares tuvieron la mayor suba mensual de todo 2020 y llegaron a US$15.956 millones, un valor que no veían desde comienzos de octubre. El Banco Central tuvo una ayuda contable para sumar reservas (a través de los encajes de estos depósitos), junto a las compras de US$600 millones que realizó en el mercado.
Pero la tendencia se interrumpió ni bien los calendarios marcaron la llegada de 2021. El flujo de los dólares hacia las cajas de ahorro se invirtió ni bien los bancos comenzaron a operar. Solo en cuatro ruedas de enero, según los últimos datos del BCRA, salieron del sistema US$172 millones y los depósitos cayeron a US$15.784 millones.
En otras palabras, si durante diciembre los argentinos llevaron a los bancos US$71 millones por día, entre el 1 y el 7 de enero, siempre según los registros del Banco Central, sacaron US$43 millones por día para volver a llevarlos a la caja de seguridad o el colchón.
Detrás de este aparentemente inexplicable cambio de conducta no hubo un rebrote de optimismo en diciembre o un miedo a los bancos para 2021, sino un habitual mecanismo de elusión para esquivar el pago de un impuesto.
Ocurre que, según dispuso la AFIP, los depósitos bancarios en moneda extranjera (cajas de ahorro, plazos fijos) y la tenencia de títulos en dólares están exentos de la base imponible para Bienes Personales, al igual que otras propiedades como inmuebles rurales o los inmuebles destinados a ser vivienda del contribuyente.
Y para estimar cuánto hay que pagar (y qué queda exento), la foto se toma al 31 de diciembre de cada año. Entonces, los contribuyentes se apuran a llevar sus billetes a los bancos hasta esa fecha.
"Esto sucede desde hace varios años y es una forma de elusión de un impuesto. Y no hay que quedarse solo con la tasa impositiva, sino también con que el capital se revalúa en pesos como consecuencia de la devaluación, entonces se termina pagando sobre una suma nominal que crece a partir de una devaluación, cuyo origen es inflacionario y fiscal", dice el economista Ariel Coremberg, profesor de la UBA y director del Centro de Estudios de la Productividad-ARKLEMS.
"Bienes Personales es un impuesto que se basa en una 'foto' de determinados componentes del patrimonio al 31 de diciembre de cada año. Es decir, todo lo posee una persona a una fecha determinada, pero existen determinados bienes que están alcanzados y otros que están exentos", agrega el tributarista Iván Sasovsky.
"Así, por ejemplo, una persona que tiene un patrimonio de US$20 millones puede pagar si lo tiene depositado en una cuenta corriente y otra con un patrimonio similar, pero depositado en una caja de ahorro, quedaría eximido y no pagaría un solo centavo", ilustra el titular de Sasovsky y Asociados.
De todas maneras, existe un riesgo de que la maniobra no tenga el resultado buscado. Porque el decreto reglamentario de AFIP establece que el organismo recaudador puede presumir que las operaciones con depósitos y su posterior retiro son meros mecanismos para esquivar el impuesto y, finalmente, computar ese patrimonio dentro de la base imponible del impuesto. "Si no hay más justificativos para trasladar los fondos de un tipo de cuentas a otro más que evitar el pago de impuestos, la maniobra puede salir más cara de lo que uno piensa", advierte Sasovsky.
Según la legislación vigente, Bienes Personales se aplica sobre patrimonios superiores a los $3 millones, con alícuotas crecientes que van del 0,5% al 2,25%, dependiendo de si esos bienes están en el país o el exterior.
En 2020, según los datos de la AFIP, se recaudaron $452.459,1 millones por Bienes Personales, monto que representó un 6,8% de la recaudación total del año. Así, este impuesto, que apunta a gravar los grandes patrimonios, representa la cuarta parte de lo que se recauda por IVA y menos de un tercio de lo que ingresa por Ganancias (28,7% y 22,1% de la recaudación anual de AFIP, respectivamente).
Con respecto a los depósitos en el sistema financiero, la tendencia de 2019 fue Idéntica fue la tendencia a fines de 2019. En un año con devaluación y salida de depósitos intensificada luego de la derrota del oficialismo en las PASO de agosto, en diciembre de ese año los depósitos aumentaron US$1007 millones (US$53 millones diarios). En enero de 2020, en tanto, revirtieron gran parte de esa suba y cayeron US$729 millones (US$33 millones diarios).
La anomalía de diciembre se revierte ni bien concluye ese mes y el flujo de depósitos retoma su movimiento habitual. Pese a esta disposición La tendencia de las últimas décadas muestra que los argentinos eligen no mantener sus ahorros en del sistema bancario local. Según los últimos datos del Indec, son US$247.343 millones los fondos que los ciudadanos del país tienen declarados pero fuera del sistema local. Esto comprende billetes en cajas de seguridad, en el colchón o depositados en cuentas del exterior.
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