Una pyme tucumana ganó el mercado de jugos naturales
Después de la devaluación desplazó a las firmas brasileñas
La devaluación de la moneda permitió a las pymes agroindustriales ocupar franjas de mercado que antes estaban dominadas por los productos importados.
Ese fue el caso de la empresa El Carmen, de Tucumán, fabricante de jugos cítricos ciento por ciento naturales o NFC (not from concentrate) .
Antes de 2002, ese mercado estaba dominado por jugos importados (especialmente los brasileños) que tuvieron gran éxito en los años noventa, como parte de la expansión del sector de las bebidas. Cuando los importados desaparecieron de las góndolas, El Carmen, única empresa argentina que fabrica este tipo de producto, aprovechó la oportunidad.
Algo que había comenzado como un negocio secundario de la exportación de cítricos se convirtió en el éxito de la empresa, que desembarcó en abril con la marca Citric en Buenos Aires y en agosto registró una facturación un 55% superior a la del mismo mes de 2003.
Según Santiago Padilla, encargado de la planta de jugos de la empresa, la idea de fabricar los primeros jugos NFC fue de su padre, Juan Padilla. "La idea nació como una necesidad para captar el excedente de fruta no exportada. Luego fui yo el que integró el envase de Tetra Rex al producto", contó Padilla a LA NACION.
Actualmente, luego de comenzar tímidamente proveyendo a hoteles y restaurantes en cantidades menores, el mercado más fuerte de los jugos Citric y Canamico es el de la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires, plaza donde la firma vende 1,5 millones de litros de jugo por año.
"Lo que distingue a estos jugos, por ser NFC, es que su ingrediente principal es jugo natural y no un jugo reconstituido con concentrado, agua y pulpa. Simplemente jugo con todos sus componentes naturales: jugo, agua, pulpa y vitaminas", dijo Santiago Padilla.
El volumen de producción actual de la empresa, entre los cuatro sabores (naranja, pomelo, limón puro y limonada), es de 200.000 litros al mes, que se producen a partir del 15 por ciento de la producción total de cítricos de la firma. El resto de la producción de frutas (85 por ciento) de El Carmen se destina a la exportación, que alcanzó un volumen de 8000 pallets de fruta fresca (unas 10.000 toneladas) en la última zafra.
Las ventas al exterior, que comenzaron en 1989, se destinan principalmente a la Unión Europea, Rusia y Japón.
La firma, que posee unas 300 hectáreas de cultivos en Lules (a pocos kilómetros de San Miguel de Tucumán) y unas 1000 más de frutas de terceros, planea expandir sus actividades al aprovechamiento de la cáscara de los cítricos.
Tradición familiar
Que sean Juan, Juan (h.) y Santiago Padilla, propietarios de El Carmen, los que fabriquen el primer jugo natural exprimido directo de la fruta no sorprende a los habitantes de Tucumán. Es que allí el apellido Padilla es sinónimo de producción de frutas y azúcar, por la fuerte presencia de la familia en la zona, iniciada en 1798.
Juan Padilla pertenece a la sexta generación de la familia y fue uno de los encargados de orientar las actividades de la empresa familiar a la producción de cítricos.
Aquel hecho lo convirtió en una suerte de pionero de la reconversión productiva de Tucumán, que décadas mas tarde pasaría de ser una provincia esencialmente productora de azúcar a ser una de las mayores productoras de limón del mundo. Antes, la familia Padilla estuvo vinculada con el cultivo y con la industrialización de azúcar a través del ingenio Mercedes, uno de los más importantes de la región.
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