Una dura competencia espera a las petroleras en Irán
El aislamiento les sirvió a las firmas locales para crecer y ganar capacidades
Las compañías de gas y petróleo de Europa y Estados Unidos atraídas por el levantamiento de las sanciones a Irán pueden esperar encontrarse no sólo con buenas oportunidades, sino también con empresas iraníes capaces de ofrecerles tanto una dura competencia como empresas conjuntas.
Aunque ninguna firma iraní ha logrado la proeza de constituirse en una empresa integrada de petróleo y gas como Exxon Mobil Corp. o una gran proveedora de servicios como Schlumberger Ltd., los años de aislamiento económico dieron lugar al nacimiento de una nueva clase de empresas en Irán. Ellas pueden asumir tareas de ingeniería, tales como la instalación de ductos, la construcción de plataformas marinas y la perforación de pozos, que antes eran manejadas por compañías extranjeras.
Si el acuerdo nuclear entra en vigor y las sanciones económicas contra de Irán son levantadas a finales de este año o principios de 2016, aquellas empresas estarán bien posicionadas para competir por miles de millones de dólares en contratos de servicios o para forjar relaciones estratégicas con compañías occidentales, dicen funcionarios de la industria.
"Uno de los efectos colaterales positivos de las sanciones ha sido el rápido crecimiento de nuestra capacidad local", dice Mehdi Hosseini, un alto asesor del Ministerio de Petróleo de Irán.
En algunos casos, el gobierno iraní probablemente exigirá que las petroleras extranjeras trabajen con estas nuevas firmas locales, lo que puede dar lugar a la formación de empresas conjuntas, señala Robin Mills, director de consultoría en Manaar Energy en Dubái.
"Cuando se levanten las sanciones, (los contratistas locales) sin duda tendrán un papel muy importante", asegura Mills.
Las grandes petroleras y proveedoras de servicios todavía no han indicado públicamente cómo van a lidiar con los competidores iraníes. Una vocera de Schlumberger dijo que la empresa comenzará a evaluar las oportunidades en este país sólo si y cuando las sanciones se levanten. Exxon y otras grandes compañías energéticas no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Funcionarios iraníes han reconocido que necesitan a las compañías occidentales para impulsar su industria, que ha tenido dificultades para mantener su producción durante la última década. Restricciones cada vez más severas en esos años expulsaron gradualmente del país a las compañías estadounidenses, y las sanciones impuestas en 2010 por la Unión Europea provocaron un nuevo éxodo.
De todos modos, las empresas iraníes ocuparon el vacío dejado por las grandes petroleras.
Por citar un ejemplo: una compañía iraní que antes de las sanciones sólo tenía capacidad para llevar a cabo reparaciones limitadas en el mar ahora cuenta con tres buques que pueden desplegar hasta 5 kilómetros de tuberías por día, más de lo que se necesita en Irán, dice Hosseini. También puede fabricar las plataformas de perforación marinas utilizadas en el gigantesco yacimiento de gas South Pars, agrega.
Mansour Moazami, viceministro de Petróleo a cargo de la planificación y la supervisión, dice que el mismo cambio se observa en derivados petroquímicos como el plástico o en los componentes farmacéuticos. Mientras que hace 25 años "todos los proyectos petroquímicos eran manejados integralmente por contratistas extranjeros, 65% de los contenidos se produce ahora en el país", afirma.
Aunque otras industrias petroleras, como las de Irak y Libia, fueron debilitadas por el aislamiento internacional, Irán ha tenido la ventaja de poseer universidades que capacitan cada año a miles de los ingenieros más sofisticados del mundo. La Universidad Sharif de Teherán tiene uno de los mejores programas de ingeniería y matemáticas del planeta y el sector petrolero iraní tiene un siglo de historia sobre sus espaldas.
Muchas empresas nacionales son dirigidas por ingenieros que trabajaron en petroleras internacionales y que se quedaron en el país después de que sus ex empleadores se fueron de Irán.
Mohammed Kasaeian trabajó como gerente de proyectos en la italiana Eni SpA y la noruega Statoil ASA antes de ayudar a fundar Rosemand EMI en Teherán hace ocho años. La compañía emplea a más de 100 ingenieros, ha desarrollado su propio diseño de plataformas de perforación marinas y está entrando en la producción de gas licuado y biocombustibles.
"No buscamos ser un fabricante", expresa. "Buscamos tecnología y financiamiento".
Well Services of Iran y Mehran Engineering & Well Services son dos compañías que se convirtieron en iraníes cuando sus propietarios extranjeros, Schlumberger, con sede en EE.UU., y Al-Mansoori Specialized Engineering, de Abu Dhabi, dejaron el país tras las sanciones. Ahora juegan un papel clave en la perforación y cartografía de pozos de gas y petróleo en el mar, según funcionarios iraníes.
Su trabajo es de una calidad similar al de grandes empresas internacionales, pero sus costos son mucho más bajos, dice un funcionario. Well Services y Mehran no respondieron a pedidos de comentarios.
De todas formas, las empresas iraníes no son capaces de cubrir todas las necesidades.
Otro funcionario petrolero iraní cuenta que un fabricante local, Fanavaran Parsian, adaptó tecnologías de armamento para diseñar válvulas de seguridad y herramientas de boca de pozo resistentes a altas presiones y temperaturas. Este equipamiento fue capaz de sustituir productos similares de empresas internacionales en yacimientos en tierra firme, pero su calidad no era lo suficientemente alta para evitar fugas en el mar, donde el agua salada aumenta la corrosión. Fanavaran Parsian no respondió a un pedido de comentarios.
Muchas instalaciones utilizadas por los operadores iraníes pueden ser viejas o de segunda mano. Otro funcionario local señaló que la reciente visita a una instalación marina fue una experiencia aterradora y de riesgo. La plataforma tiene unos 30 años de antigüedad y está "al final de su vida útil", dijo, mientras recordaba tener que caminar sobre un piso de rejilla corroída.