Una delegación enviada por Massa comenzó la negociación cara a cara con el FMI en Washington
Tras varias idas y venidas, finalmente delegados de Economía viajaron a EE.UU.; “El equipo del FMI y una delegación argentina comenzaron las reuniones técnicas presenciales esta tarde”, indicó un portavoz del organismo; Madcur y Rigo siguen en Buenos Aires
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WASHINGTON.- Luego de semanas de idas y venidas, y de meses de reuniones virtuales en Zoom, finalmente funcionarios del staff del Fondo Monetario Internacional (FMI) se vieron cara a cara en Washington con una delegación argentina que viajó desde Buenos Aires con el objetivo de comenzar a tejer la letra chica de un nuevo acuerdo, un engranaje crucial para sostener a la economía sin sobresaltos hasta el cambio de gobierno en diciembre próximo.
El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein; el vicepresidente del Banco Central, Lisandro Cleri, y uno de los directores, Jorge Eduardo Carrera, llegaron a Washington este martes y mantuvieron el primer encuentro con el staff del Fondo, según indicó una fuente oficial. Pero las dos figuras centrales de la negociación, el jefe de asesores, Leonardo Madcur, y el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, se quedaron en Buenos Aires y recién viajarían este miércoles, indicó una fuente del Ministerio de Economía.
“El equipo del FMI y una delegación argentina comenzaron las reuniones técnicas presenciales esta tarde en Washington, D.C., para avanzar en la quinta revisión del programa respaldado por el Fondo. Se espera que estas reuniones continúen durante los próximos días. Comunicaremos más detalles a su debido tiempo”, indicó un portavoz del Fondo ante la consulta de LA NACION.
El primer encuentro cara a cara entre funcionarios argentinos y el staff del FMI le dio un empujón a las expectativas de que en los próximos días podría cerrarse, finalmente, el acuerdo técnico –el staff level agreement, en la jerga del Fondo– para concluir la quinta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según sus siglas en inglés) que habilitaría un nuevo desembolso para continuar pagando los vencimientos con el organismo sin seguir drenando las reservas del Banco Central, ya en territorio negativo.
Pero, pese a ese avance, Massa dejó en Buenos Aires a Madcur y Rigo, dos figuras centrales en las negociaciones con el organismo, quienes ahora prevén viajar a fines de esta semana. “Massa les pidió que terminen unos trabajos técnicos antes de viajar”, dijo una fuente del Palacio de Hacienda. Originalmente, el Ministerio de Economía había dicho ayer que anoche viajarían Madcur, Rigo, Rubinstein y Cleri. Rubinstein, Cleri y Carrera llegaron a Washington y fueron los funcionarios que participaron del primer cara a cara, según pudo saber LA NACION. Pero Madcur y Rigo no embarcaron el lunes, y si bien fuentes de Economía indicaron que lo harían este miércoles, la incógnita permanecía abierta en la capital norteamericana ante los inmumerables anuncios oficiales que nunca se concretaron.
La misión argentina a Washington había sido anunciada en numerosas ocasiones, y el propio ministro de Economía y ahora candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, había dicho a LA NACION el fin de semana que el viaje se concretaría este lunes. Massa dijo la semana pasada que el acuerdo estaba “muy cerquita”, y hace tres semanas, en el encuentro de la Cámara de la Construcción, había dicho también que el programa se iba a anunciar “seguramente en las próximas horas”. El acuerdo todavía se discute en la mesa de negociaciones, mientras sigue corriendo el reloj para el 31 de julio, fecha en la cual el Directorio Ejecutivo entrara en receso hasta el 11 de agosto, dos días antes de las primarias presidenciales.
Las discusiones para sostener el programa con el Fondo luego del brutal impacto por la sequía –que drenó alrededor de 20.000 millones de dólares de la economía– se han estirado ya por tres meses, sin un desenlace nítido a la vista. Massa abrió la discusión a mediados de abril, cuando viajó por última vez a Washington para participar de la reunión de primavera del Fondo y el Banco Mundial, y se acordó recalibrar el programa. “Todo está sobre la mesa”, dijo una alta fuente oficial. Esa misma semana, desde el equipo de Massa deslizaron por primera vez que buscaban que el Fondo adelantara los desembolsos restantes de este año, alrededor de 10.000 millones de dólares, a junio con el objetivo de preservar una mínima calma en el dólar a lo largo de las elecciones, en las cuales ahora Massa juega como candidato presidencial del oficialismo.
Quienes siguen el caso argentino en Washington indicaron desde un principio que, pese al sólido respaldo de la Casa Blanca, era difícil que Massa consiguiera que el Fondo adelantara desembolsos sin una corrección del dólar oficial –una devaluación o una aceleración de las microdevaluaciones que ya realiza el Banco Central para cerrar la brecha cambiaria con los dólares paralelos–, un ajuste fiscal y un acuerdo político que le permitiera al staff presentar un caso sólido al Directorio Ejecutivo, donde la Argentina siempre ha buscado correr los límites. Aun en ese contexto, fuentes oficiales en Washington se han mostrado confiadas en que el Gobierno logrará obtener “facilidades” del Fondo que permitan transitar las elecciones blindando a la economía de una crisis mayor. El 31 de julio la Argentina debe además abonar un vencimiento por casi US$2700 millones.