Una calificadora de riesgos advierte que la Argentina podría volver a entrar en default en 2024
Gabriel Torres, analista para la Argentina de Moody’s, indicó que si no se abren de nuevo los mercados para el país, se podría entrar en una cesación de pagos tan solo cinco años después de haber reestructurado la deuda
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Ningún país paga su deuda, todos la refinancian. Así funcionan los mercados de capitales, explica Gabriel Torres, analista de riesgo soberano para la Argentina de Moody’s, una de las principales calificadoras de riesgo. Esta introducción fue hecha para explicar por qué las proyecciones indican que la Argentina podría entrar nuevamente en default en 2024, tan solo cinco años después de haber reestructurado su deuda privada.
“Los precios de los bonos están bajos y los spread están altísimos. El mercado da por descontado que la Argentina tendrá que reestructurar su deuda nuevamente y nosotros estamos de acuerdo: mantenemos la calificación de la Argentina en un nivel que es consistente con el default”, indicó Torres, en una conferencia de prensa, luego de que se le consulte por el riesgo país en niveles de más de 1800 puntos.
Al explicar el porqué de esta situación, indicó que el país tiene una cantidad de deuda en dólares con vencimientos a partir de 2024 que son imposibles de pagar si no se pueden refinanciar. “Hoy, es imposible hacerlo si la Argentina no tiene acceso a los mercados. Si esto no cambia llegado el momento, irá a un default”, advirtió.
En este sentido indicó que un programa con el FMI cumple dos funciones: ayuda al país a despejar los vencimientos de corto plazo y obliga a diseñar un programa económico para los próximos años. “Si la Argentina entra en un default con el FMI, llegarán otros problemas, los organismos multilaterales no le prestarán más tampoco. Firmar un acuerdo, además, le permite diseñar un plan plurianual, que hasta ahora no se ha dado a conocer”, dijo.
Sin embargo, señaló que el plan económico es una condición necesaria para que cambie el humor del mercado hacia el país, pero no es suficiente. “Es posible que haya una reacción positiva inicial. Simplemente, porque antes no había un acuerdo, pero la gran pregunta es si se cumple ese plan, si es consistente. Un plan con el Fondo va a requerir algún proceso de consolidación fiscal en medio de la elección presidencial de 2023, ¿lo hará el Gobierno? Si se cumple a través del tiempo, irá bajando al riesgo país. Es el paso tanto más importante: que se cumpla y se mantenga a través del tiempo”, enfatizó.
Al preguntarle qué otras señales debería enviar el Gobierno a los mercados, Torres indicó que es bueno que se le dé prioridad a pagar su deuda, porque “significa que entiende y acepta que requiere acceder a los mercados”. Sin embargo, también es necesario “reducir algunas de las diferentes vulnerabilidades macroeconómicas, como la inflación y el déficit”.
“Si se miran los datos fiscales de este año, son mejores a los de 2020, y están a la par de muchos otros países. Ha caído el uso del Banco Central para financiarse. En cualquier otro país, esto sería visto como algo positivo. Pero como el Gobierno no da señales de que eso sea parte de un plan integral, no hay confianza en que se continuará este mecanismo de consolidación fiscal de manera consistente. No hay una clara idea de hacia dónde irá el Gobierno el año que viene, por eso la importancia de un acuerdo con el FMI, en el cual se deberán acordar unas metas y se seguirá qué se cumplió y qué no”, indicó Torres.
El analista señaló que todos los países tienen algún tipo de crisis, pero el problema de la Argentina es que “los repite una y otra vez”. “Es un círculo vicioso que requiere bajar la inflación. Lo que se intenta es pisar el tipo de cambio oficial sin acompañar con el resto de las políticas fiscales y monetarias. Así se aguanta un tiempo, hasta que llega un momento en el cual las reservas caen, hay una brusca devaluación y la inflación aumenta. Salir del ciclo no es fácil, va a requerir de continuidad de ciertas políticas”, aconsejó. Y recomendó que el oficialismo y la oposición se pongan de acuerdo en ciertas medidas para que se mantengan en el tiempo, más allá de quién esté en el cargo.
Torres también opinó sobre la inflación y dijo que es preocupante que esté en torno del 50% en los últimos 12 meses, “con varios precios de la economía congelados o limitados, como la energía y el dólar oficial”. “Es un poco la historia argentina de cómo funcionan las crisis. Se limita la inflación solo con ancla del tipo de cambio y no se acompaña con la política fiscal o monetaria. Esto no se puede sostener y suceden las devaluaciones bruscas que llevan a un salto más grande de la inflación”, indicó.
Luego señaló que será “muy difícil no hacer un tipo de ajuste”. “Hoy tenemos diferentes dólares, el oficial está aproximadamente a $100, mientras que los paralelos están en $200. Es una diferencia muy grande. Si se libera el mercado, es muy posible que el tipo de cambio esté en $150, lo que llevaría a un salto inflacionario. Todos buscan salir gradualmente del problema, pero es difícil si no se acompañan con políticas en lo fiscal y en lo monetario. Hoy no es el caso”, concluyó.
Fitch Ratings, otra calificadora de riesgo, también tiene a la Argentina con una nota CCC, que significa “que un default es una posibilidad significativa”, según explicó Todd Martínez, Senior Director, a LA NACION. “El mes pasado tuvimos un comité en el cual reafirmamos una calificación de CCC para la Argentina. Nuestra percepción es de riesgo de default si las cosas continúan como están. No basta un acuerdo con el FMI: debe estar acompañado con un buen plan económico y un progreso de ese plan”, indicó.
Martínez señaló que, si bien la Argentina no tiene vencimiento de capital de sus bonos en moneda extranjera, sí tiene de intereses, que podrían ser complicados de pagar con reservas casi nulas. “El país tiene que aumentar sus reservas internacionales porque empieza a haber vencimientos y hoy parece casi imposible que la Argentina pueda lograr un superávit fiscal tan grande como para cancelar la deuda”, comentó.
“A partir de 2024 o 2025, cuando los vencimientos lleguen a niveles altos, la Argentina tiene que poder reacceder a los mercados. Luce difícil, porque hoy es muy costoso el mercado de deuda. La Argentina tendrá que lograr un ajuste fiscal importante para que los mercados financieros estén más cómodos con la Argentina”, recomendó.
Más optimista fue Daniel Marx, exsecretario de Finanzas, quien dijo que, si bien la Argentina enfrenta problemas, la diferencia respecto de otras situaciones es que no hay vencimientos de deuda con los bonistas en el corto plazo. “Todavía no sabemos quién será presidente en 2023, pero antes de eso tenemos el año 2022, y los problemas que hay hoy no van a esperar hasta 2023 y 2024, habrá que enfrentarlos hoy. O nos enterramos más o hay que empezar a solucionarlos. Este año se navegó parte por la pandemia, pero mucho por los precios de las commodities y el reparto de los derechos especiales de giro [DEG, el dinero del Fondo]. El año que viene algo habrá que hacer, porque no se pueden afrontar los vencimientos con el FMI”, dijo el director de Quantum Finanzas.
En este sentido, dijo que hasta 2024 falta tiempo y “ya más de una vez ocurrió que las circunstancias cambian y lo que hoy parece muy difícil, mañana es posible y pasado es una realidad”.
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