Una avalancha de noticias negativas derriba el euro
Una avalancha de malas noticias redujo el valor del euro el jueves en momentos en que la moneda común siente el peso de las repercusiones de la crisis de la deuda.
El euro, que hasta fines de 2011 mostró una resistencia sorprendente frente a las turbulencias, cayó a su nivel más bajo frente al dólar desde septiembre de 2010, cotizando a US$1,2788. El euro acumula un descenso de 1,2% en la última semana y de cerca de 10% desde los últimos días de octubre.
La divisa europea, en todo caso, sigue cómodamente por encima de los mínimos contra el dólar alcanzados a inicios de 2010, aunque se ha depreciado en forma significativa frente a otras monedas. El jueves, llegó a su punto más bajo en 11 años frente al yen y a su mínimo histórico contra el dólar australiano.
Conforme cae el euro, los analistas e inversionistas ponderan un cambio potencialmente importante en el comportamiento de la divisa. En las últimas semanas, se está moviendo menos en sincronía con las inversiones de más riesgo, como las acciones y las monedas de los mercados emergentes o de países exportadores de materias primas, que en el segundo semestre de 2011.
Detrás del cambio impera la sensación de que, gracias a las medidas del Banco Central Europeo para apuntalar el sistema bancario del continente, Estados Unidos y las economías emergentes no se verán tan golpeadas como se temía por la crisis. De ser así, los activos en Europa y otras partes del mundo podrían oscilar en base a los fundamentos que determinan sus precios y ser menos susceptibles a las noticias provenientes de Europa.
Los analistas opinan que aún es prematuro decir que se ha impuesto una nueva tendencia. De cualquier forma, la dinámica de las últimas semanas podría continuar en el curso del año siempre y cuando Europa no caiga en una crisis financiera severa. "Todavía no hemos llegado a ese punto", aseveró Marc Chandler, responsable global de estrategia cambiaria de la firma de valores Brown Brothers Harriman.
El descenso del euro ha ido acompañado de una serie de malas noticias. Los datos divulgados el jueves reforzaron la noción de que Europa se dirige a una recesión. En Alemania, la potencia económica del continente, las ventas minoristas cayeron repentinamente 0,9% en diciembre, mientras que la confianza del consumidor en Francia descendió a los niveles más bajos desde la crisis financiera de 2008.
Al mismo tiempo, los desafíos que afrontan los bancos europeos para fortalecer sus deterioradas finanzas han acaparado la atención de los inversionistas.
UniCredit SpA, el principal banco italiano, buscó vender acciones a un descuento importante frente a su precio actual. El mercado ya se mostraba escéptico ante la capacidad de los bancos europeos de captar fondos en el mercado de capitales y el intento de UniCredit de recaudar 7.500 millones de euros, unos US$9.750 millones, sólo sirvieron para ahuyentar a los inversionistas. Las acciones de otros bancos europeos que necesitan capital cayeron marcadamente el jueves.
Las tribulaciones de España también volvieron a la primera plana después de haber sido desplazadas por los problemas fiscales de Italia durante buena parte del año pasado.
El jueves, el gobierno español informó que los bancos del país necesitan recaudar unos 50.000 millones de euros (US$65.000 millones) adicionales para cubrir la cartera incobrable de bienes raíces. La semana pasada, a su vez, se indicó que el déficit fiscal en 2011 ascendería al 8% del Producto Interno Bruto, frente a una estimación previa de 6%.
Por si eso fuera poco, los inversionistas siguen preocupados por las cantidades masivas de deuda que los gobiernos europeos deberán refinanciar en los próximos meses.