Un taller de duelo consuela a los compañeros de trabajo
La asociación civil Diagonal recurre en los momentos más difíciles de una empresa
Enfrentarse al escritorio vacío cuando muere un jefe o un compañero querido puede ser muy duro, sin embargo en las organizaciones no se suele tomar conciencia del impacto que una situación así genera en el equipo de trabajo y en la dinámica laboral. Propiciar un lugar de contención emocional es lo que busca, justamente, el taller de duelo en el trabajo que brinda Diagonal. "En el mundo corporativo hacía falta este espacio que es bastante novedoso", dijo Tomás Olivieri Acosta, fundador y facilitador de Diagonal.
Además de otros talleres corporativos, esta asociación civil nacida en 2001 ofrece a la comunidad el programa de reinserción laboral para mayores de 35, que se suma al ya clásico +45 por el que pasaron 3500 personas, ambos para gente desempleada y profesionales que buscan cambiar de rumbo.
"El foco de Diagonal está puesto en la dimensión trascendental del ser humano. No solemos tener mucha práctica en mirarnos hacia adentro, en conectarnos con lo que somos, para qué estamos y cuál es el sentido de haber venido a este mundo; entonces trabajamos en la resignificación del ser y a partir de allí, la reconversión laboral", expresó durante la entrevista con LA NACION.
El taller de duelo surgió hace once años. "Como voluntario en cuidados paliativos acompaño a gente en el final de su vida y en procesos de duelo. Lo comenté en una charla que di el año pasado, en un encuentro de Recursos Humanos, y me escucharon dos gerentes de Telecom, donde acababa de fallecer una gerente que era muy querida y los colaboradores estaban muy afectados. Me preguntaron si podía ayudar. Trabajamos con el equipo de la gerente fallecida y el resultado fue impresionante. Así que la semilla de este taller viene de mi voluntariado, de esta primera experiencia en una compañía y de descubrir que en el mundo corporativo hacía falta este espacio."
Siempre haciendo hincapié en olvidarse de los roles y en que todos somos seres humanos atravesando una experiencia dolorosa, el taller consta de cuatro horas en las que durante las dos primeras los compañeros expresan lo que les genera la ausencia. "Y suele darse espacio también para honrar a la persona que no está más porque, en general, era alguien muy querido, que dejó huella", dijo Olivieri.
Durante las siguientes dos horas hablan de la vida de cada uno, "se reflexiona sobre qué están haciendo, desde qué lugar. También sobre los arrepentimientos y salen cosas de una profundidad tremenda. Generalmente, los colaboradores llegan bastante mal y se van valorando más la vida, y eso impacta positivamente en la dinámica laboral".
En Estados Unidos hay consultoras que ofrecen talleres, pero desde lo teórico más que desde lo vivencial. En la Argentina es el primero.
Cuando una persona se queda sin trabajo después de estar muchos años en una organización, también se origina un duelo, aunque de otro tipo. "Un escritor inglés decía que la vida está estructurada en ciclos y cada ciclo tiene un nacimiento y una muerte, pero que tardamos mucho en morir a lo que fuimos para que renazca aquello que podemos ser. Entonces, el duelo debe ser un morir a eso que fui y con todo lo aprendido darle espacio a todo lo que puedo llegar a ser. Pero no siempre se hace con esa profundidad y el duelo se hace a los ponchazos."
Hace un año que en Diagonal reformularon su visión, "ahora nuestro lema es Trabajamos por una vida laboral consciente porque el trabajo suele estar bastante disociado en la vida de las personas, hay muchas que no hacen lo que les gusta cuando, en verdad, tienen otras alternativas.
"Entonces apuntamos ya no sólo a las personas desempleadas, sino también a las que tienen trabajo, pero no están contentas con lo que hacen, por eso también abrimos el programa +35."
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