Un retoque para duplicar el auxilio al fisco, con reminiscencias de los 80
El aporte podría llegar a $ 131.000 millones, además de lo que se pague al Club de París
Los cambios que introdujeron ayer al proyecto de reforma de la Carta Orgánica (CO) del BCRA y lo que queda de la ley de convertibilidad los representantes del oficialismo dejan abierta la puerta para que esa entidad quede en condiciones este año de duplicar largamente la asistencia que venía brindando al Tesoro.
Los giros, que superaron los $ 202.000 millones entre 2006 y 2011 y habían alcanzado un récord superior a los $ 76.300 millones sólo durante el año anterior, quedarían en condiciones de estirarse hasta los $ 131.000 millones en el presente ejercicio.
La cifra toma en cuenta la flexibilización agregada a los límites para asistir al Tesoro por la vía de adelantos transitorios y el total de pagos de la deuda pública que se habilitarían, sumando acreedores privados y organismos internacionales.
Pero no considera la alternativa abierta ahora, además, para destinar reservas para cumplir con el demorado pago al Club de París. De agregarse (en el caso de que el Gobierno repitiera la fórmula de un pago cash, como cuando decidió pagarle al FMI), la asistencia podría estirarse hasta en $ 40.000 millones.
La posibilidad de afectar también reservas ya había sido admitida anteayer por la presidenta del BCRA, Mercedes Marcó del Pont, en su extensa exposición ante diputados de las tres comisiones que ayer repasaron el texto de las reformas propuestas para introducir siete modificaciones.
"Sí incluye el pago al Club de París", respondió la funcionaria al diputado Claudio Lozano (FAP), al hablar sobre la modificación al artículo 6° de la convertibilidad.Esa consulta surgió porque hasta ahora se habilitaba al BCRA a usar reservas para pagar deudas "contraídas con organismos financieros internacionales y siempre que resulte de efecto monetario neutro". Pero ahora, si el proyecto se convierte en ley, podrá además usarlas para cancelar "deuda externa oficial bilateral".
Otro grifo abierto
Lo curioso fue que apenas 24 horas después de que Marcó del Pont hubiera negado cualquier modificación en los límites fijados a la entidad para asistir al Tesoro, los legisladores oficialistas impulsaron una flexibilización extra que deja abierta la puerta para que se dupliquen los giros en concepto de "adelanto transitorio" (ver aparte), siempre que así lo recomienden "circunstancias excepcionales".
Los oficialistas defienden la modificación. "La recaudación suele estar muy ligada a los ciclos económicos; por eso es bueno que se disponga esta flexibilización, para que se pueda aumentar la ayuda al Tesoro en un contexto recesivo, de manera de pasar de un criterio procíclico a otro contracíclico", explicó un asesor que pidió anonimato porque su jefe le reclama "bajo perfil". ¿Qué criterio se usaría para definir esa excepción y quién lo definiría?, preguntó LA NACION. "Eso no lo sé y no creo que ninguno lo pueda contestar hoy", concedió.
Para los opositores, el único afán de la reforma es ocultar el déficit fiscal. Por lo pronto, con el paso de las horas, parece evidente que el proyecto persigue asegurarle el Gobierno el acceso a una fuente extra de recursos. "Si no se quiere forzar un brutal ajuste fiscal se hace esto", se sinceró anteayer Marcó del Pont.
El problema es que para terminar con el BCRA encorsetado de los 90, el Gobierno elige exhumar el BCRA de los 80. Y si la convertibilidad "terminó como terminó", como dijo hace unos días la Presidenta al justificar el cambio ante la Asamblea Legislativa, sería bueno tener presente que permitiendo la monetización del déficit fiscal el país sufrió sucesivos espasmos hiperinflacionarios con costos económicos y sociales tan catastróficos como los provocados por la maxidevaluación que dio origen a este modelo.
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